De todos modos, aclaró que esto se produce “no solo en la provincia sino que Argentina es el país de Latinoamérica que más subió en cantidad de pacientes”. Especificó que “el año pasado aumentó un 7,4 por ciento en el país, lo que es realmente muy alto” y afirmó que en Entre Ríos “hay mucho más de 1.000” pacientes diagnosticados con la enfermedad, la mayoría de ellos en Paraná y Concordia.

Sobre los motivos de este incremento, aseguró que “se debe a malas políticas de salud y de educación, y por la inexistencia de programas que obviamente tienen un impacto poblacional”. Por otra parte, sostuvo que en este momento “recibimos reactivos y medicación bastante en tiempo y forma, es decir que estamos cubiertos” aunque admitió que “hay otros sectores del área de salud que sí se ven perjudicados” con retrasos de partidas presupuestarias de la Nación.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza) Bevacqua sostuvo que “la realidad en la provincia es que seguimos viendo en el hospital, desde lo asistencial, una buena cantidad de pacientes” y destacó que “se ha ordenado mucho todo el tema administrativo respecto de extracciones, entrega de resultados y demás, pero el número de pacientes sigue siendo alto, no solo en la provincia sino también en Argentina, que es el país de Latinoamérica que más subió en cantidad de pacientes”.

“Mientras otros países han bajado, en Argentina aumentó un 7,4 por ciento el año pasado lo que es realmente muy alto”, remarcó y analizó que “esto se debe a malas políticas de salud y de educación, por la inexistencia de programas que obviamente tiene un impacto poblacional”.

Al respecto, aseveró que “a nivel nacional hay una desatención en todo lo que significa salud pública, con una situación muy difícil que se ve en la realidad de los hospitales” y reflexionó que “entre la gente que se borra de las prepagas porque no las puede sustentar y las obras sociales que son solo sellos de goma, se sobrecarga a los hospitales públicos en sus diferentes servicios”.

Respecto de los retrasos de partidas nacionales, Bevacqua afirmó que es una situación que “retrasa a todo el sistema” aunque aclaró que “por el momento recibimos reactivos y medicación bastante en tiempo y forma, es decir que estamos cubiertos”. De todos modos, admitió que “hay otros sectores del área de salud que sí se ven perjudicados”.

Sobre la situación que se produjo el año pasado con la falta de reactivos, explicó que “se superó porque se había hecho una previsión en la provincia”. “Hubo algunos problemas con el AZT jarabe para los niños recién nacidos a los que hay que tratar por seis semanas cuando la mamá es 0+ por lo cual la provincia hizo una compra y en cuanto a los reactivos, estuvimos casi dos o tres meses sin poder realizar estudios –salvo las urgencias y las embarazadas porque había una pequeña cantidad- pero eso fue llevando muy bien hacia adelante y hoy estamos bien”, especificó.

Consultada por el informe oficial que se difundió en el marco de la Semana de Concientización sobre VIH/Sida, donde se informó que en Entre Ríos hay 958 personas diagnosticadas con la enfermedad, Bevacqua dijo que “en la provincia hay mucho más que eso”. “Si bien son datos acumulados, desde que yo comencé, tenemos casi 5.000 fichas solo en nuestro servicio, y si bien no tengo el dato actualizado, creo que hay mucho más de 1.000”, puntualizó.

Asimismo, sostuvo que “en general, por porcentaje poblacional Concordia y Paraná siguen estando a la cabeza de números de pacientes con HIV que son atendidos, aunque hay muchos que no son atendidos porque desconocen su condición de persona portadora, o bien van a la consulta y después no vuelven, o toman mal la medicación. Es difícil la situación porque hay pacientes que son muy poco adherentes al tratamiento”.

La especialista también destacó que “la situación ha cambiado muchísimo” en cuanto al índice de mortalidad por la enfermedad “ya que en su momento solo había un sola droga que era al AZT y había que ver si se conseguía, mientras que hoy tenemos producción local y hay muchos tipos de drogas y una buena cantidad de medicación”. “También se mejoró la forma de suministrar la medicación y con ello la adherencia al tratamiento, lo que mejora muchísimo la expectativa de vida y la calidad de vida”, concluyó.
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