“Una vez revisada la documentación sanitaria correspondiente se procedió a ver las condiciones de transporte de las mercaderías y se tomó la temperatura observando que las mismas estaban por encima de lo establecido por las normativas nacionales para la conservación de fiambres”, detalló Jorge Cuenca, de Inspección General y continuó: “La mercadería perdió la cadena de frío, situación que transforma este producto como potencial transmisor de enfermedades a través de alimentos, lo que se conoce como ETA".
Jorge Cuenca mencionó además que “toda la mercadería decomisada y desnaturalizada fue llevada al predio de disposición final, Ecoparque, y se labraron los partes de inspección como así también el acta de infracción con los informes correspondientes, y se elevaron al juzgado de faltas municipal”.