El consultor político de Gualeguaychú, Carlos Elgart, analizó el escenario electoral tras las primarias y dijo que la perspectiva para las generales de octubre “depende de que en estos meses el gobierno pueda mostrar noticias positivas y que esto aliente la expectativa de los votantes de que le cambio es posible”.

En ese marco, definió que “el voto de Cambiemos está menos disperso que el voto justicialista” ya que “se ve una lista del PJ más dispersa y con una fragmentación mucho más dura”.

En cuanto al escenario provincial, sostuvo que “el problema que tienen los 17 gobernadores justicialistas es cómo posicionarse y que no los arrastre la polarización de la provincia de Buenos Aires donde estará la confrontación mucho más agresiva en lo verbal y lo gestual”.

En ese marco sostuvo que “en todas las provincias productivas es donde hubo un apoyo al gobierno nacional” como Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, y en ese marco “es difícil para un gobernador posicionarse y criticar a un gobierno cuando gran parte de su electorado está viendo bien las políticas”.

De todos modos, advirtió que “el comportamiento electoral hoy es mucho más volátil, va fluyendo y esto tiene que ver con que no existe ya la vaca atada. Los electores van votando de acuerdo a la percepción que tienen de la realidad”. “La gente está dando una manifestación de confianza al gobierno, le da un plazo de dos años, pero si la situación no cambia, todo lo que hoy se ve amarillo, en 2019 se verá de otro color”, afirmó.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Elgart sostuvo que el traslado de los resultados de las PASO a las generales de octubre “depende que no haya errores de parte del gobierno y de que en estos meses el gobierno pueda mostrar noticias positivas y que esto aliente la expectativa de los votantes que creen que el cambio es posible”. “Todas esas expectativas tienen que materializarse con datos y noticias positivas”, aseveró.

En cuanto a la situación en Entre Ríos, analizó que “el voto de Cambiemos está menos disperso que el voto justicialista” y explicó que el candidato a diputado nacional de Cambiemos, “Atilio Benedetti sacó un 80 por ciento en su interna, con lo cual es mucho mas difícil que ese 10 por ciento de la interna fluya para el lado justicialista: o lo logrará captar él o irá a (el candidato de Encuentro Social) Emilio (Martínez Garbino)”.

En ese sentido, explicitó que “la elección tomará un carácter muy polarizado y es mucho más factible que Benedetti pueda absorber ese 10 por ciento de la interna –aunque no todo- a que lo haga la boleta del Partido Justicialista, que está mucho más dispersa y donde se ve una fragmentación mucho más dura del peronismo”.

Recordó que su visión siempre fue “que la elección sería muy polarizada” y aclaró que “eso no solamente se ve en Entre Ríos sino en todo el país”. “Solamente en cinco jurisdicciones electorales hubo una tercera fuerza que sacó más del 15 por ciento: Salta, Buenos Aires, Tierra del Fuego, Chubut y Neuquén. Por lo tanto la característica del comportamiento electoral que se vio en agosto fue de amplia polarización y esto tiende a repetirse”, afirmó.

No obstante, aclaró: “Estamos hablando de seres humanos, que somos cambiantes frente a distintos estímulos, por eso de repetirse este comportamiento electoral con cuartos oscuros donde será más simplificado elegir –porque en el caso de Entre Ríos sólo habrá cuatro listas-, está la disputa de ver quien le roba la esperanza a quien”.

“Hoy pareciera que la fuerza Cambiemos que se está constituyendo en una fuerza nacional –luego de haber sido un partido urbano con una alianza electoral y con todos los prejuicios que tienen las alianzas- ha demostrado que ha funcionado bastante bien. Es un gobierno que en el primer año le costó mucho la gobernabilidad pero pudo lograr un primer año de gobierno sin un paro general y sin mayores conflictos. Esto le ha dado un mayor grado de credibilidad al electorado de que es posible que esta alianza pueda gobernar el país. Y si eso ocurre será la primera vez en 93 años que un partido no justicialista y no militar puede gobernar cuatro años en Argentina, lo cual es un logro para el sistema democrático”, describió.

Votos blancos y nulos

Consultado por la gran cantidad de votos blancos y nulos en Entre Ríos, Elgart sostuvo que “se trata de un electorado raro, anti sistema, que no cree en el sistema y que esta desahuciado y manifiesta de esa forma esa característica” y estimó que “habrá un 1,5 por ciento más de votantes en octubre, con lo cual un mínimo movimiento habrá de ese electorado”.

Afirmó que “el voto en blanco en los últimos años se ha ido consolidando; es una forma de expresión que marca una falta de credibilidad a la política, que no pasa solo en Argentina sino en todo el mundo occidental porque se da en Francia, en Italia y otros países, debido a que la política no ha podido darle solución a los grandes temas”.

Escenarios provinciales

En cuanto a la compulsa entre Cambiemos y el PJ, el consultor definió que “en las provincias, el problema que tienen los 17 gobernadores justicialistas es cómo posicionarse y que no los arrastre la polarización de la provincia de Buenos Aires, donde estará la confrontación mucho más agresiva en lo verbal y lo gestual”.

A modo de ejemplo, especificó que en Entre Ríos “hay un sector del electorado que tiene una cierta conformidad y que tiene que ver con los sectores productivos, lo cual también pasó en Santa Fe y Córdoba”. “En Santa Fe los únicos lugares donde ganó el Frente para la Victoria son aquellos donde los indicadores sociales son mucho más profundos y hay mucha más desigualdad como es Rosario, San Lorenzo y Constitución, pero el resto del mapa es amarillo de Cambiemos”, puntualizó.

“Es difícil para un gobernador posicionarse y criticar a un gobierno cuando gran parte de su electorado está viendo bien las políticas que está haciendo, y si bien Bordet ha tenido una postura más conciliadora el problema de los gobernadores ha sido despegarse del kirchnerismo y posicionarse frente a una provincia productiva y un gobierno que le está dando apoyo a esos sectores. Todas las provincias productivas es donde hubo un apoyo al gobierno nacional”, aseveró.

Agregó que “este es un problema que tiene el peronismo: despegarse de la imagen kirchnerismo, porque los dos gobernadores que se identificaron fuertemente con el kirchnerismo perdieron por más de 20 puntos. Y lo interesante de este comportamiento electoral que se dio en agosto fue que si se repite en octubre, sería la primera vez desde el ´83 que caen ciertos feudos como Neuquén, La Pampa y San Luis”.
Asimismo, consideró que “el comportamiento electoral en los últimos años es mucho más volátil, va fluyendo y esto tiene que ver con que ya no existe lo que se llama la vaca atada y los electores van votando de acuerdo a la percepción que tienen de la realidad”.

Como explicación, dijo que “es muy difícil que se instale alguna discusión en una provincia y en general es complicado para los dirigentes ante las noticias constantes en los medios de la provincia de Buenos Aires”.

Ante eso, advirtió que “se necesita un trabajo más de hormiga, de caminar los departamentos y ciudades, que el peronismo logre resolver su interna, pero acá los dirigentes de Cambiemos son llevados por la ola nacional, no se ve un discurso fuete de Benedetti ni tampoco se ven propuestas”.

“La gente está dando una manifestación de confianza al gobierno, lo toma como un apoyo y le da un plazo de dos años y si en ese tiempo la situación no cambia realmente y se materializa el cambio en la vida diaria de los distintos sectores, todo lo que hoy se ve amarillo de Cambiemos, en 2019 se verá de otro color”, afirmó.

Asimismo, dijo que “también se da el voto miedo y no volver al pasado”. “Generalmente cuando terminan ciclos políticos muy grandes, como fue el menemismo y ahora el kirchnerismo, hay una actitud electoral que la gente no vuelve al pasado y ese es el problema que tienen los gobernadores justicialistas, que no hay un liderazgo que los traccione sino que el liderazgo del justicialismo tiene un techo que es Cristina Fernández”, explicó.

“El justicialismo tiene que rearmarse después de esta elección y tiene que tratar de ir a un proceso de salir de esta diáspora y consolidar nuevos liderazgos, que tal vez lo pueda hacer a través de internas, que no es algo muy común en el justicialismo”, refirió.

Escasa performance del socialismo de Encuentro Social

Consultado respecto de la baja performance de la lista 50 “Encuentro Social” que encabeza el dirigente de Gualeguaychú Emilio Martínez Garbino, Elgart explicó que “Emilio se posicionó como la lucha contra la corrupción y ese es uno de los valores que tiene Cambiemos a nivel nacional, con lo cual le costó posicionarse en esa polarización”.

“Emilio centró su discurso en esa idea de luchar contra la corrupción y no pudo posicionarse porque esos valores también es lo que está trasmitiendo Cambiemos a nivel nacional. Ese mensaje lo decodificó el electorado en Cambiemos y no en Martínez Garbino”, señaló.

“El votante de Martínez Garbino esta desahuciado por Cambiemos pero no quiere votar al justicialismo, y ese votante no pudo ser captado y fue arrastrado por la polarización nacional y por los valores que Cambiemos intentó instalar a través de sus conductas políticas”, concluyó.

Fuente: Análisis Digital.
Elecciones 2017 Elgard PASO
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