Los hechos contra los menores fueron cometidos en el Seminario de Paraná y, por esa causa, el religioso fue sentenciado en primera instancia, pero la apelación deberá ser definida por la Cámara de Casación Penal.
El sacerdote cumple prisión preventiva domiciliaria en un departamento en Paraná desde el pasado 21 de mayo.
La presentación la realizó el abogado defensor Jorge Muñoz, el 7 de junio, mucho antes de que vencieran los plazos procesales para dicho trámite.
En mayo, la Justicia condenó al sacerdote a 25 años de prisión de cumplimiento efectivo, al hallarlo responsable del delito de promoción a la corrupción de menores agravada por ser encargado de la educación -en cinco hechos- y del delito de abuso deshonesto agravado por ser encargado de la educación -en dos hechos-, y le impuso la accesoria de prisión preventiva hasta que la sentencia quede firme.