Por Nicolás Mattiauda

@@nicomattiauda

La calle y el Congreso

Esta semana sucedieron dos hechos importantes en la Argentina. En el Congreso de la Nación funcionó la República. En la calle la violencia intentó imponer por la fuerza aquello que no puede realizar por medio del voto popular.

Sobre la reforma previsional, en el marco del Consenso Fiscal alcanzado por el Gobierno Nacional y las administraciones provinciales, vale decir que con la nueva fórmula, mucho más sencilla y efectiva que la implementada por Amado Boudou, los jubilados recibirán un incremento trimestral que siempre superará a la inflación. Así, resguardamos el valor del haber jubilatorio y le damos tranquilidad a quienes trabajaron durante toda su vida para poder vivir en serenidad los últimos años.

Durante los últimos años de la Década K vivimos en la irrealidad de los números falsos del Indec intervenido y vandalizado. Como decíamos, con esos indicadores no era posible establecer una fórmula de actualización del haber jubilatorio como la que sancionó hace unas horas el Congreso de la Nación. Hoy, con el camino que emprendimos en 2015 hacía la normalización de las instituciones, es posible afianzar el cambio sobre la base de estas transformaciones.

En la calle, los violentos de la izquierda radicalizada, del kirchnerismo que se resiste a reconocer que ya no gobierna y teme al Código Penal y el sindicalismo que se preocupa por sostener privilegios y no por defender a los trabajadores, quisieron impedir el normal funcionamiento de uno de los pilares de la República: el Congreso de la Nación.

Con piedras, palos, bombas y armas improvisadas atemorizaron y asediaron la casa de los representantes del pueblo. Lo que debía ser sólo una jornada de debate entre distintas fuerzas políticas se convirtió también en una batalla en la calle. Se vieron imágenes que nadie quería ver. Grupos violentos atacando a las fuerzas de seguridad que defendían el normal funcionamiento de la vida ciudadana y protegían el espacio público.

De los violentos no puede esperarse mucho. Expresan su naturaleza en cuanta ocasión tienen para ello. De los que puede esperarse otra conducta es de los legisladores. En esta oportunidad, cuando todo el arco político tenía la posibilidad de marginar a los violentos expresando un repudio sin ambages, vimos y escuchamos a diputados justificando estas expresiones de violencia. Es más, incitándolas. Lo que demuestra un claro discurso golpista.

Creo que debemos quedarnos con la imagen del Congreso y no con la de la violencia en la calle. Hay que seguir apostando a la Democracia, a la República. Respetar las instituciones. Respetar el voto, pues la gente decide el destino de su Patria a través de él y no mediante marchas. Empezamos un cambio y es nuestra obligación continuarlo. Tenemos que seguir trabajando.

¿Qué opinas? Dejanos tu comentario sobre esta nota

Tu comentario ha sido enviado, el mismo se encuentra pendiente de aprobación... [X]

Comentarios ()

El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

¿Deseas denunciar este comentario?

No Si
Tu comentario ha sido enviado, el mismo se encuentra pendiente de aprobación... [X]