Los así denominados delitos de estafa son aquellos que se efectúan con un llamado telefónico inicial, que generalmente y para el convencimiento de la futura víctima del delito se presenta en horarios de la siesta o noche, en el cual tras una serie de datos brindados por el o los estafadores, se le informa que su hijo/a ha sido secuestrado/a y para darle credibilidad al relato, se dramatiza con voces simulando un pedido de auxilio, a modo de: “dale todo mami, papi, abuelo/a, etc...”, tras ello se hostiga a la víctima para que no corte el llamado telefónico ni dé aviso a la Policía, y que reúna todo el dinero que tiene en su poder, objetos de valor (alhajas de oro y plata), que los coloque en un sobre o bolsa en la puerta de su casa para que se deje en libertad a la persona supuestamente secuestrada.
En otros casos el llamado telefónico refiere al cambio de dinero en moneda nacional o extranjera que ha salido o está por salir de circulación y será retirado por un supuesto personal de alguna entidad bancaria. Tras estos ardides la víctima se comunica con algún familiar o persona de confianza y se da cuenta que ha sido engañada.
¿Qué precauciones tomar?
Ante este tipo de llamados mantener en todo momento el estado de alerta, no aportar datos ni nombres a personas desconocidas, aunque refieran ser de alguna fuerza de seguridad o de auxilio (bomberos, etc).Siempre dar aviso al sistema 911 aunque los llamantes manifiesten que no corte la línea, ya que es la forma de mantener el engaño a través del miedo.
Por último, animamos desde la Policía de la Provincia que efectúe las denuncias correspondientes y tenga en alerta a sus vecinos, amigos, conocidos, que ante cualquier presencia de automóviles extraños en la zona, personas desconocidas y/o llamados intimidatorios, extorsivos u otros, den aviso al 911, que personal capacitado dará rápida intervención a las áreas específicas.