Luego de muchos años sin novedades en la causa, el juez Gustavo Acosta y el fiscal Federico Uriburu reactivaron la investigación en la búsqueda de la familia que fue vista por última vez el 13 de enero de 2002. El 5 de febrero, en un marco de grandes expectativas, se desplegó un operativo en el campo del fallecido Alfonso Goette, patrón de los Gill, en Crucesitas Séptima. La pesquisa se efectúa a partir de la declaración de un testigo que aportó datos tras la muerte en un accidente de tránsito del dueño del establecimiento rural La Candelaria. El hombre señaló dos lugares donde se sospecha que, tras haber sido asesinados, la familia fue enterrada.
Uno fue en un pozo ubicado a 500 metros del casco de la estancia. Tras finalizar el trabajo de excavaciones en ese lugar, el resultado fue negativo, ya que solo encontraron huesos de animales.
En la segunda etapa, se apuntará a excavar sobre un arroyo seco, donde Goette le había pedido al testigo realizar un pozo. Pero como el trabajo será más complicado, se deberán realizar primero numerosas perforaciones para luego determina dónde se hará la excavación más grande.
Esto, que surgió en el transcurso de los últimos días, no estaba en el presupuesto inicial. Por esto es que el juez solicitó al personal policial especializado que elabore un informe con las tareas a efectuar y el costo de las mismas. Luego este informe será elevado al Superior Tribunal de Justicia que deberá analizar de qué modo se implementa esta incrementación presupuestaria. La misma se puede hacer concurso de precios, contratación directa o ampliación del trabajo que ya venía realizando el pocero de la zona, que ya ha trabajado anteriormente en otras excavaciones que se hicieron años atrás.
Se estima que no menos de una semana tardará este trámite administrativo para que se retomen las tareas en el campo.