Pedroza es un policía reconocido, pero sobre todo respetado por sus colegas, quienes registran en él “un profesional de fuste” y por sobre todo una “gran compañero”. Los más allegados lo definen como un “loco enfermo por la policía”.
R2820 pudo saber que el amor por su profesión lo llevó a efectuar numerosos cursos de perfeccionamiento, muchos de estos vinculados a su especialidad. “Deja el alma en la policía. Su vida es esto y su familia” explicaron.
Ayer no fue un día más. Pero todo empezó como siempre. Pedroza ingresó a la Departamental corriendo, respondiendo así al llamado superior que lo llevó al procedimiento donde terminó gravemente herido.
“Entró corriendo. No nos sorprendió porque siempre llegaba así” destacaron desde su entorno, donde todo es esperanza pese a los partes médicos y la gravedad del cuadro.