La reducción del área sembrada se asocia a: la baja cotización del lino y la escasez de lluvias al momento de la siembra. El escenario climático de la campaña se caracterizó por adecuada recarga hídrica entre los meses de febrero a mayo.
Posteriormente, el cuatrimestre de junio a septiembre se diferenció por semanas con un marcado descenso térmico y muy escasas precipitaciones. Y finalmente, entre octubre y noviembre, el retorno de las lluvias obstaculizó las labores de cosecha, lo cual en algunos casos resultó una caída de la calidad comercial de la semilla debido al manchado.
El rendimiento promedio provincial registró una disminución interanual del 7 % (73 kg/ha), al igual que el comparativo con el último lustro. La producción presentó una caída interanual del 47 % (5.640 toneladas).
Las principales variables que resumen la producción de lino fueron: – Superficie sembrada 6.600 hectáreas (ha), Rendimiento promedio 958 kg/ha
– Producción 6.320 toneladas (t).
A nivel de lote los rendimientos se posicionaron desde 300 kg/ha (debido a daños por granizo) hasta máximos cercanos a 2.000 kg/ha. El 53 % (3.380 toneladas) de la producción se concentró en los departamentos de La Paz, San Salvador y Tala.