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Sobre la eliminación de los feriados puentes y el Turismo
Recientemente, el presidente de la República ha emitido el decreto 52/2017 con el fin de establecer un nuevo criterio en lo referente a la organización de los feriados nacionales.
Entre las medidas adoptadas aparece la eliminación de los llamados “feriados puente”, cuyas consecuencias sobre el sector turístico es percibido con preocupación por prestadores y localidades turísticas.
En este sentido, no caben dudas que el turismo interno en nuestro país se ha constituido como un sector económico dinámico e influyente gracias a una serie de políticas directas e indirectas que apuntaban a su crecimiento sostenido y permanente. Así fue como muchísimos nuevos destinos y productos fueron apareciendo en cada una de las provincias argentinas, siendo Entre Ríos una de las más favorecidas, consolidando puntos turísticos tradicionales y permitiendo la emergencia de otros nuevos.
Entre las políticas desarrolladas en beneficio del sector podemos señalar la inversión en infraestructura, la re-estatización de Aerolíneas Argentinas y la consecuente mayor disponibilidad de vuelos nacionales, el re-establecimiento del feriado de carnaval, la creación del Ministerio de Turismo Nacional en 2010 y el ordenamiento calendario que estimulaba la realización de mini-vacaciones a lo largo de todo el año creando flujos de usuarios de servicios turísticos de manera continua lo cual representó para los prestadores la posibilidad de romper la estacionalidad y hacer más sustentables sus emprendimientos. Esto, junto con la mejora de la capacidad adquisitiva de los sueldos de los trabajadores y la incorporación de miles de jubilados al sistema previsional, amplió enormemente los límites de un mercado que crece cuando los hogares argentinos tienen más margen de consumo no ligado exclusivamente a la satisfacción de las necesidades básicas.
Asimismo, la sanción de la Ley Nacional de Turismo en el año 2004 no sólo había consagrado de interés nacional al turismo como actividad socioeconómica, estratégica y esencial para el desarrollo del país sino, también, lo reconoció como un derecho social y económico de las personas dada su contribución al desarrollo integral en el aprovechamiento del tiempo libre y en la revalorización de la identidad cultural de las comunidades. Y aquí está el nudo de la cuestión, el turismo no sólo se trata de la necesaria posibilidad de producir y ofertar servicios turísticos como base del desarrollo laboral y económico de miles de argentinos sino que se trata, también, del derecho de acceder al consumo de bienes y servicios recreativos, culturales y educativos.
Ese fue el sentido con el que en nuestro país comenzó a desarrollarse el turismo social en la década de 1940 bajo el gobierno del Presidente Juan Domingo Perón, se trataba de asociar íntimamente los derechos laborales de los trabajadores a las vacaciones pagas y al mayor poder adquisitivo de sus salarios con el desarrollo de la actividad turística nacional.
La decisión de cancelar el establecimiento de feriados puentes en el país, acortando los fines de semana largos disponibles para consumir servicios turísticos, impactará directamente en muchísimas ciudades argentinas que verán reducidas sus posibilidades de desarrollar emprendimientos sostenibles. Y, también, impactará en la cultura de una población que se había volcado masivamente al consumo de servicios turísticos nacionales durante las 4 estaciones del año.
Sin lugar a dudas son múltiples los desafíos de mejora cuanti y cualitativa del sector turístico, pero ningún sector económico se supera si se frena su crecimiento.
A su vez, es importante señalar que el mismo decreto había establecido la movilidad de los feriados correspondientes al Día de la Memoria (24 de marzo) y al Día de los Veteranos y Héroes de Malvinas (2 de abril), dos fechas asociadas a nuestra historia reciente que posibilitan hablar sobre el Terrorismo de Estado, la lucha por los Derechos Humanos y el reclamo permanente de la soberanía sobre las Islas Malvinas.
La expresión de la opinión pública, de referentes políticos y sociales, de miembros de organizaciones de derechos humanos y de veteranos y familiares de caídos, de universidades, de artistas y de todo un marco plural de voces llevó a la revisión de dicha medida volviéndose a establecer la inmovilidad. Esto nos habla de la importancia de la libre expresión y de la necesidad de debatir y sentar postura frente a decisiones que nos impactan en algún sentido. De eso se trata también la democracia y por ello es fundamental formarnos e informarnos.
Sin lugar a dudas cada rincón de nuestro país merece ser conocido por los hombres y mujeres que habitan ese suelo. Sin lugar a dudas miles de familias argentinas están esperando que otras miles puedan acceder a su derecho a las vacaciones porque de ello depende su economía. Sin lugar a dudas necesitamos de políticas de Estado que potencien nuestras fortalezas que por cierto las tenemos y de las que nos sentimos tan orgullosos.
(*) María Agustina Díaz es Licenciada en Ciencias Políticas y Reina del Carnaval del País (Edición 2017).
