La versión gualeguaychuense, dirigida con su solvencia habitual por la talentosa Renata Dallaglio, obtuvo un rotundo éxito en el festival internacional de Larroque, que organiza todos los años Nazareno Molina.
DE QUÉ SE TRATA
El texto es una comedia dramática (nunca mejor descripto un libreto) que, bajo la pátina de un humor corrosivo, esconde un drama cotidiano, común a muchas familias de cualquier clase y ámbito social.Se trata de una obra tan eficaz en sus parlamentos y situaciones, como difícil de plasmar en el escenario. Algo que logran, sobradamente, sus intérpretes gualeguaychuenses.
LOS QUE MÁS SE LUCEN
La camisa es un elemento tan importante en la trama, que podríamos considerarla una protagonista más.Pero, en verdad, los roles protagónicos son protagonizados por Mariela Veronesi y Héctor Carrazza, como los padres, y Rogelio Fuentes, como el hijo (que viene a ser el loco del título).
La actuación de Rogelio es, realmente, consagratoria. Así se lo entendió en Larroque (por ejemplo) donde fue nominado como mejor actor, por delante de figuras bonaerenses, santafesinas, entrerrianas y uruguayas. Su labor se va haciendo notar con el paso de la obra, para terminar siendo perfecto en su composición.
Los otros protagonistas, Mariela Veronesi y Totito Carrazza, lucen muy solventes en sus roles; el debut de Carrazza, una de las personas con mayor sensibilidad artística que he conocido, es para aplaudir de pie. Mariela hace “de taquito” su rol de esposa resignada.
Completan el elenco Mariana Peruzzo y Mauro Basaldúa, que (en los pocos momentos que tienen) exhiben su garra actoral, muy metidos en sus roles.
Se trata de una verdadera obra se arte que enorgullece a Gualeguaychú, y merece verse por todos nosotros, hijos de esta ciudad llena de arte.