De una tonalidad azul verdosa, las cianobacterias son microorganismos que se nutren de la materia orgánica alojada en el agua y realizan fotosíntesis.
Las toxinas que liberan pueden provocar una amplia variedad de infecciones gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, de la piel, de los oídos y de los ojos. Los síntomas más comunes son diarrea, erupciones cutáneas, dolor de oído, tos e irritación ocular, advirtieron.
La exposición a las cianobacterias puede darse tanto por la ingesta de aguas contaminadas, como por la inhalación de los aerosoles que desprenden estas aguas.
También se indicó que “existe la posibilidad de infección si la persona que ingresa al agua presenta algún corte o herida abierta”, y que los grupos con mayor riesgo de contagio son los “niños, niñas, mujeres embarazadas y personas con el sistema inmunológico debilitado o que presenten algún problema de salud previo”.
El aviso llegó en medio de la incertidumbre, ya que, durante este verano, CARU no hizo un informe con el reporte del estado del Río Uruguay.
Fuente: Télam