Alfredo Vitale

@alfredovitale1

Andanzas de un chofer lleno de GLORIA

Hay quienes sienten asombro, a otros les produce repugnancia y algunos se llaman a silencio, pero también están los que quieren desviar la atención.

Días pasados, a través de OSCAR CENTENO un ignoto chofer del ex gobierno kirchnerista, se abrió una puerta que dejó a más de uno estupefacto.

Este hombre, en tan solo ocho cuadernos Gloria describió parte del andamiaje de las coimas durante la mal llamada década ganada, o mejor dicho “década robada”.-Con lujo de detalles, dio pie para que la Justicia actúe rápidamente al respecto (algo desconocido en épocas anteriores). La ola de arrepentidos desde sectores empresarios y de ex funcionarios, no se hizo esperar.

Años atrás, lo que en principio fue un secreto a voces y luego sólo informado por contados periodistas y por un puñado de ciudadanos, terminó causando una hecatombe donde algunos hoy son señalados como traidores.

En medio del torbellino, Amado Boudou, ex Vicepresidente de la Nación, fue condenado a una pena de prisión de cumplimiento efectivo. Por primera vez en la historia de Argentina, un Vicepresidente es sometido a juicio y encontrado responsable de los delitos imputados.

Sin perjuicio de eso, parte del Partido Justicialista y del FPV sin inmutarse, no aceptan hacer lugar al pedido de allanamiento por parte del Juez Bonadío a la ex Presidente Cristina Fernández de Kirchner; y harán lo mismo con el desafuero y ley de extinción de dominio.

Abroquelados, deciden defender a capa y espada una de las mayores vergüenzas sucedidas en un gobierno democrático, porque vislumbran que podrían ser arrastrados por esta vorágine, la cual ellos mismos tienen la desfachatez de cuestionar, ya que “iban por todo”.

La catarata de datos sobre la corrupción que surge de declaraciones de los arrepentidos no cesa, y seguramente se extenderá a todas las provincias de la República Argentina.

Sin sonrojarse, sin arrepentirse ni pedir perdón, con la vehemencia de haber sido “protagonistas” de un tiempo pasado donde dominaba la práctica del garrote, enmudecen ante la difusión de los Cuadernos Gloria de Oscar Centeno.-Devenidos en docentes en materia de “cómo gobernar bien”, pese a haber sido aplazados, se animan a diagnosticar al gobierno constitucional del Presidente Mauricio Macri.

Son los que, sin movérseles un músculo del rostro, hablan de pobreza y un gobierno para ricos; son los mismos que aplaudían cuando se decía que Alemania tenía más pobreza que Argentina (Aníbal Fernández), o que no se tenían los números de la pobreza porque era una medida bastante estigmatizante (Axel Kicillof).

Son esos que diezmaron nuestro país, algo que por lo visto no reconocen, pero que a la vez imploran que no haya más arrepentidos.

Tampoco dicen nada sobre el crecimiento de obras públicas en todo el territorio nacional, con un dato no menor, un marcado descenso de costos en las mismas o del mayor presupuesto de asistencia social en décadas.-Claro, si emitieran opinión sería aceptar que había corrupción, lo que implicaría una burda torpeza para los que fundaron un relato mendaz que contó con ayuda de medios de comunicación que recibían “premios” por informar mentiras.

A modo de ejemplo tal vez, y ojalá así sea, podamos saber qué ocurrió con el Hospital del Bicentenario de Gualeguaychú, inaugurado en dos oportunidades pero que hasta ahora no funciona como tal; o la mentada Ruta 51 del Departamento Gualeguaychú que durante 12 años fue sólo pista para deportes náuticos; o la construcción del Ecoparque y el funcionamiento de la Laguna Sanitaria, ambos de Gualeguaychú.

Tal vez, y ojala así sea, surjan más Cuadernos Gloria que nos permitan saber para que, además actúe la Justicia en consecuencia, y que a futuro logremos construir una Nación que castigue definitivamente la corrupción.

Simples cuadernos en tiempos donde la tecnología se burla de lo “antiguo”, pusieron en jaque un sistema perverso.-Ni el chofer Oscar Centeno o ex funcionarios y empresarios arrepentidos pueden ser convertidos en héroes como consecuencia de ello.

Hoy se muestran compungidos por no haber tenido choferes analfabetos.

Los bolsos llenos de dinero de la corrupción no aparecen, y se nota este faltante en hospitales, escuelas, en los cientos de miles de familias sin cloacas ni agua corriente, en los miles de niños con desnutrición, etc.

La corrupción es la mayor fábrica de pobreza y de iniquidades, y dependerá sólo de nosotros elegir de qué lado estamos.

“………si así no lo hicieres, Dios y La Patria os lo demanden”.

(*) Alfredo Vitale es abogado. Dirigente de la UCR.

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