La adolescente estuvo acompañada con su mamá, Vanesa, durante una jornada repleta de emociones.

El instructor señaló además que “las personas no videntes desarrollan el tacto, lo cual me siento muy identificado, ya que por mi profesión y trabajos subacuáticos, en lugares de buceo sin visibilidad, debo tocar e imaginarme lo que es todo lo que encuentro abajo del agua. Abajo del agua somos todos iguales. El buceo es para todos”.
Fuente: 03442.