El acusado esá imputado de los delitos de promover a la prostitución y corromper menores de edad mediante encuentros de tipo sexual en su domicilio durante unos 40 años y enfrenta pedidos de pena de entre 7 y 25 años por un total de 10 casos, más otros dos que fueron admitidos como prescriptos por el Tribunal conformado por Alicia Vivian, Mauricio Derudi y Arturo Dumon.
La fiscal que desarrolló la investigación penal preparatoria, Martina Cedrés, confirmó a R2820 que durante la audiencia está previsto la comparecencia de siete testigos de los hechos.
Un poco más tarde, la abogada patrocinante de una víctima, Estela Esnaola, precisó que la primera semana del juicio transcurrió "según lo que esperábamos, con total previsibilidad y rearmando las estrategias que de antemano están fijada. Es completamente satisfactorio lo que hemos escuchado hasta el momento con la declaración de todos los testigos citados".
En otra pregunta, la querellante respondió sobre la reciente condena al sacerdote Marcelino Moya en dos hechos de corrupción de menores: "son investigaciones judiciales, junto con Illaráz o Broggi, hechas con absoluta seriedad que arrojaron los resultados que esperábamos, es decir, la condena y como este caso guarda similitud es esperanzador" y recordó que "este tipo de delitos tiene una pena muy cercana a domicilio, es una de las más graves del Código".
Vitale cerró pidiendo ser pacientes: "Es aventurado hablar de que el Tribunal ya tiene una decisión, recién se inició el juicio y hay que ser serios porque todavía faltan muchas jornadas. Acá nada está tirado al azar y es mentira que 'todo está definido'", en lo que se leyó como una respuesta a declaraciones periodísticas del defensor Raúl Jurado.
