Fue en la explanada del Museo del Carnaval ubicada en el Corsódromo donde se ubicaron puestos gastronómicos, hubo shows en vivo, juegos y música.
En formato “Kermes”, se exhibían trajes, espaldares, estandartes, y otros elementos decorativos de los corsos Matecito, que dieron el marco de color y fantasía. El momento emotivo se hizo presente ante el cartel propuesto por “los Cocoliches” recordando al desaparecido payaso “Bebito” o “Colombito” (Juan Enrique Colombo).
Para los más pequeños, se instalaron dos peloteros. Cumpliendo con los programado, el cierre del espectáculo estuvo a cargo del grupo local Ironía, acompañados por las murgas y conjuntos carnavalescos, con sus batucadas.