"Me cuesta escribir estas líneas para despedir a quien considero el máximo referente del referato local y, fundamentalmente, una gran persona a la cual tuve el gran honor de tratar en todos los aspectos de la vida", arrancó su despedida Roberto Morales.

“Pochi”, se ganó el respeto del aficionado al fútbol de toda la provincia, porque sus conocimientos y la personalidad con la que los aplicaba dentro de la cancha, sumado a su figura atlética, lo convirtieron en único.

Desde los primeros campeonatos provinciales de selecciones, siempre se lo convocó para las instancias “bravas”, de duelos difíciles de controlar entre las potencias que representaban Concordia, Colón, Concepción del Uruguay o Gualeguay.

No hubo partido definitorio de nuestro fútbol sin que estuviera designado en la terna, porque toda la dirigencia -más allá de alguna equivocación que tuvo- sabía que su conducción garantizaba el espectáculo.

A todos sus atributos, los acompañaba con un estilo verbal muy particular a la hora de dialogar con el futbolista, sin faltarle nunca el respeto, pero haciéndole saber que él todo lo veía dentro de la cancha y que si algo permitía al límite del reglamento, era porque quería y no porque el futbolista era más “vivo” que él.

Durante tres décadas, elevó la vara del arbitraje de Gualeguaychú, junto a otros grandes, como Juan “Carancho” Bran, Irineo “Tata” Álvarez, Carlos “Mate” Duré y Ligio Bossio, entre otros, a tal punto que otras ligas lo solicitaban expresamente para controlar las finales de sus torneos.

Su escuela, fue aprovechada por varios de sus alumnos, que también alcanzaron notoriedad siguiendo sus pasos, como Carlos Adán Carrizo y Flavio Ariel Reynoso, los primeros árbitros nacionales que tuvo la Liga Departamental.

Cuando se retiró, también dedicó parte de su vida a Sporting, club al cual presidió en varias ocasiones y del cual era simpatizante, además de acompañar con su esposa Marta los pasos de su hijo Carlos como basquetbolista en Racing Club.

Su educación para tratar a la gente, dentro y fuera de los campos de juego, fue un sinónimo de su carrera arbitral y un modelo a imitar por parte de quienes deseen seguir sus pasos.

Falleció “Pochi” Dunatt, el fútbol llora su partida y quienes tuvimos la fortuna de que nos dirigiera y ser sus compañeros en muchos momentos de su trayectoria, estamos dolidos por haber perdido un amigo.

Especial de Roberto Morales/Gualeguaychú Deportivo
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