En el banquillo de los acusados está también el exministro de Salud, Ariel Lisandro de la Rosa, para quien los fiscales, en la remisión de la causa a juicio oral, habían adelantado que pedirían una condena altísima: 7 años y medio de prisión más la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Además del exfuncionario del gabinete del gobernador Gustavo Bordet, y de Monzón y Domínguez, hay otros cuatro gremialistas sometidos a proceso: Zunilda Suárez, José Zarza, Guillermo Barreira y Noemí Ester Santamaría.
La imputación por el supuesto delito de coacción agravada alcanza a Zunilda Suárez; a Fabián Monzón, a José Zarza, a Guillermo Barreira, a Carina Domínguez, y a Noemí Ester Santamaría. A Barreira y Monzón también se les imputa el delito de desobediencia judicial y amenazas. En tanto, a Domínguez y Suárez se les suma la imputación por el presunto delito de coacción en coautoría.
En el caso de De la Rosa, se le imputa el presunto delito coacción agravada y coacción agravada en coautoría.
Para Monzón y Barreira, el Ministerio Público Fiscal adelantó que solicitará la pena de un año y medio de prisión. En tanto, para el ex ministro De la Rosa, Zarza, Domínguez, Santamaría, y Suárez, imputados por coacciones agravadas, pedirán 7 años y 6 meses de prisión.
La causa penal se abrió el 7 de junio de 2017 tras una violenta incursión de la cúpula de la UPCN en la Colonia de Salud Mental de Diamante, cuya directora, Noelia Trossero, había dispuesto la baja de una suplencia extraordinaria que cumplía, desde 2013, la enfermera Yanina Migueles, delegada gremial.
En el alegato de apertura del juicio, el lunes 22, el fiscal Laureano Dato calificó como “hechos ilícitos graves” los ocurridos a comienzos de junio de 2017 en la Colonia de Salud Mental de Diamante. Esos hechos, agregó, tuvieron el propósito de “quebrantar la voluntad” de la directora Noelia Trossero, quien había resuelto la desafectación de una suplencia extraordinaria de la enfermera Yanina Migueles.
“Entendemos que estos hechos son intolerables”, aseveró, y habló sin ambages de que el sindicato que dirige el diputado nacional José Ángel Allende actuó como “patota” y con fines “de apriete”.
Concluida la etapa de debates, y antes de los alegatos, que tendrán lugar este lunes 29, a las 17,30, desde la Fiscalía hará el pedido de condena “frente a un hecho grave y buscaremos que la pena refleje eso. Van a ser penas altas las que vamos a pedir”.
Sucede que los dirigentes de la UPCN y el exministro De la Rosa primero fueron acusados por el delito de coacciones simples, que tiene una pena de 2 a 4 años, pero luego la calificación legal varió a coacciones agravadas, que tiene una pena de 5 a 10 años. La coacción significa lo que en forma corriente se denomina “apriete”.
Fuente: R2820/Entre Ríos Ahora