Mujeres, lesbianas, trans, travestís e identidades feminizadas nos sumamos al paro internacional de trabajadoras.
Es un día en el que nos declaramos en huelga y dejamos de trabajar para demostrarle a cada sector que sin nosotras/es se frena el mundo.
Es el día en el que nos organizamos para denunciar públicamente que las tareas de producción y reproducción que desarrollamos son fundamentales y vertebrales.
Históricamente las mujeres y las identidades feminizadas hemos sido expulsadas del mundo del trabajo formal y relegadas al sostenimiento de las tareas de cuidado, productivas y reproductivas que triplican nuestras jornadas laborales y nos exponen a mayores niveles de precarización, vulnerabilidad y, en casos más extremos, a la supervivencia.
Es el día en el que reclamamos nuestros derechos como trabajadoras, porque todavía la brecha de género impera en todos los sectores del trabajo.
¡La calle es nuestro lugar!, es en el espacio público donde denunciamos las atrocidades del sistema patriarcal, capitalista, machista, racista, misógino y transfóbico que nos explota y violenta.
Paramos porque el paro es una herramienta de lucha de la clase trabajadora.
Día a día, la precarización de la vida aumenta, los salarios quedan por debajo del índice inflacionario, y llegar a fin de mes sigue siendo una difícil realidad. Esto tiene que ver, en gran parte, con la deuda externa más grande de la historia del Fondo Monetario Internacional tomada por el gobierno de Mauricio Macri para financiar su campaña política y para fugarla a través del mercado financiero, deuda de 45 mil millones de dólares que recae sobre el pueblo trabajador.
Desde ya que la vida para quienes no cuentan con un salario, se vuelve aún más incierta y cuesta arriba, por lo que hoy también queremos decir que: “¡LA DEUDA SIGUE SIENDO CON NOSOTRAS Y CON NOSOTRES!”. ¡Que la dueda la paguen quienes la fugaron!!.
En un contexto de crisis global, las consecuencias que aún sufrimos de gobiernos neoliberales como el macrismo, los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional, la pandemia y el aumento de la violencia, las mujeres e identidades feminizadas planteamos la urgente necesidad de dar la discusión en torno al trabajo.
Porque somos quienes desde el feminismo popular, en las calles y con los últimos de la fila, aportamos a la construcción de una propuesta de país con todes adentro, un proyecto político e ideológico antipatriarcal, igualitario y con justicia social.
La dificultad de acceder a un empleo, la brecha salarial, la desigualdad de
oportunidades para trabajar, estudiar y desarrollarnos libremente nos interpelan profundamente.
La falta de oportunidades para mujeres y disidencias, tanto como la falta de reconocimiento de nuestros derechos son uno de las tantos rostros de la violencia patriarcal que castiga, invisibiliza y niega. Somos las mujeres quienes, por mandato, llevamos adelante las tareas de cuidados, pero también quienes asumimos las tareas socio-comunitarias en los territorios, sostenemos merenderos y ollas populares, nos organizamos en unidades productivas y generamos nuestro propio trabajo ocupándonos de las urgencias en los ámbitos más vulnerados.
Aún pasados tres años de 2020, año recordado por todes atravesado por la pandemia, año en el que nuestros hogares fueron el refugio indispensable, ninguna política pública pudo estar a la altura para reconocer el trabajo de cuidado que llevamos adelante especialmente las mujeres e identidades feminizadas. Más aún, no hubo LEGISLACIÓN para afrontar una post pandemia que garantice el cuidado de quienes más cuidamos.
Seguimos exigiendo una legislación específica que ponga en el centro las tareas no remuneradas que recaen sobre nuestras espaldas; exigimos extensión horaria de los jardines públicos acorde a las necesidades reales laborales; licencias “en paridad” para que se extienda la licencia por paternidad y, a su vez, que la ley de contrato laboral ampare la decisión familiar de quien desea asumir las responsabilidades de cuidado (sea cuidados a personas menores, mayores, con discapacidad o bien que necesitan ser cuidadas por consumo problemático, o que atraviesan violencia de género).
Exigimos la habilitación de espacios de cuidado en el sector privado amparados por ley y la implementación de políticas públicas que nos permitan poder estudiar y profesionalizarnos.
Exigimos políticas públicas integrales que nos permitan vivir libres de violencia y con autonomía e independencia económica. Necesitamos presupuesto para un sistema nacional de cuidados y reconocimiento salarial e institucional a nuestras promotoras territoriales de género. Es hora de que el Estado tenga políticas específicas e inclusivas que permitan reconocer, formalizar y garantizar los derechos de las trabajadoras de la economía popular.
Una vez más nos encontramos juntas, libres, hermanadas y organizadas para ponerle freno a la precarización laboral, a la división sexual del trabajo y a las contrataciones informales de trabajo.
Somos las que construimos, desde abajo hacia arriba, con economía popular; somos ladrilleras, costureras, emprendedoras, cocineras, entre otros tantos trabajos que reinventamos todos los días para llevar el plato de comida a nuestras mesas.
Nuestra identidad se va conformando con miles de matices tan diversos como nuestras luchas, esas que en el barrio dignifican a la mujer trabajadora, a la madre soltera, a la jefa de hogar. Por eso exigimos reconocimiento económico a las compañeras de los barrios que bancan la olla, ofreciendo su tiempo y hogar para que nadie duerma con el estómago vacío.
SI NUESTRAS VIDAS NO VALEN, PRODUZCAN SIN NOSOTRES. LA DEUDA sigue siendo CON NOSOTRES
Somos cuidadoras de la vida, y ello también significa cuidar nuestra madre tierra, por eso repudiamos la decisión del Gobernador de nuestra provincia, Gustavo Bordet, que se negó a firmar el juicio político a la Corte Suprema de la Nación, la cual, después de 4 años a la espera de un dictamen, consideró "insustancial y carente de trascendencia" las distancias de fumigaciones sobre Escuelas Rurales de Entre Ríos, olvidando el fallo a favor de la docente rural Estela Lemes, en el que La Sala II Laboral de la Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú reconoció que las fumigaciones con agrotóxicos sobre la escuela N° 66 Bartolito Mitre de la localidad de Costa Uruguay Sur, enfermaron a la docente.
En dos renglones la Corte Suprema de la Nación dejó en claro que los intereses del agronegocio no se tocan, aún cuando los principios jurídicos estructurantes del Derecho Ambiental en Argentina le marcan el camino de lo justo, necesario e inevitable. Esta situación afecta de manera directa y con consecuencias irreversibles a les trabajadores y niñes de las 1021 escuelas rurales de la zona en cuestión.
¡BASTA DE ESTA JUSTICIA Y POLÍTICOS PATRIARCALES QUE ENVENENAN NUESTROS TERRITORIOS Y NUESTROS CUERPOS!!
También sabemos que, en la medida en que las mujeres e identidades feminizadas militantes vamos ocupando un mayor espacio en las distintas esferas del ámbito político, las múltiples manifestaciones de discriminación y violencia simbólica y mediática por motivos de género se multiplican y profundizan.
Mediante la reproducción de estereotipos heteronormativos que confinan a las mujeres e identidades feminizadas al ámbito privado, señalan que el carácter debe ceñirse a la docilidad y a la sumisión, y que la participación social debe limitarse a las labores domésticas o maternales.
Monopolios mediáticos, sectores políticos y el Poder Judicial son los responsables de naturalizar e instaurar un “sentido común” que busca callar y encorsetar nuestro protagonismo político y el cambio fundamental que representamos para la distribución y el ejercicio del poder.
Un claro ejemplo de esto es lo que viene padeciendo, hace años, la actual vice presidenta de la Nación, Cristina Fernandez de Kirchner, siendo violentada de manera pública y sistemática por las estructuras más poderosas del país que impulsan, mantienen y promueven discursos de odio en su contra, desencadenando así el intento de magnifemicidio que sufrió en Septiembre del año pasado: el hecho de violencia política más grave y extremo desde el retorno de la democracia en nuestro
país.
Otro claro ejemplo es el de Milagro Salas, dirigente política, social e indígena jujeña, líder de la Organización Barrial Túpac Amaru, presa desde 2016, injustamente y sin argumentos fehacientes, por el gobierno radical de Gerardo Morales.
Estos ataques son perpetrados por la derecha más rancia de este país, compuesta también por políticos que son financiados por el poder real y que, a través de sus discursos fascistas, expresan como estrategias de campaña volver a aplicar medidas económicas, sociales y culturales, que promueven el odio y el individualismo como bandera.
Por eso demandamos UNA JUSTICIA QUE SE ENCUENTRE A LA ALTURA DE LA
NECESIDAD DEL PUEBLO, CON PERSPECTIVA FEMINISTA, TRANSFEMINISTA Y AMBIENTAL.
BASTA DE LA JUSTICIA PATRIARCAL QUE PERSIGUE Y CRIMINALIZA A MILITANTES Y REFERENTES POLITICAS! ¡CON ESTA JUSTICIA, NO HAY DEMOCRACIA NI DERECHOS!
En días próximos se va a leer la sentencia a Fabián Constantino, Intendente del Municipio de Gilbert, y no es menor que se haya mencionado anteriormente la impunidad y la liviandad con la que estos hijos sanos del patriarcado abusan de su poder, utilizando la política como artimaña para cometer delitos, cuando en realidad la política es una herramienta de transformación de la vida social para el pueblo trabajador. Esperamos y deseamos que la Justicia sea justa y que las víctimas
de Fabían Constantino encuentren alivio en ese fallo.
En este y todos los días:
• Denunciamos la violencia económica que empobrece principalmente a las mujeres e identidades feminizadas, porque trabajadoras somos todas, sosteniendo el sistema de salud y realizando actividades de cuidado y asistencia, con salarios que no alcanzan a cubrir la canasta básica familiar o en trabajos no reconocidos ni remunerados.
• Decimos ¡Basta de precarización laboral de las trabajadoras municipales, provinciales, nacionales y de entes privados!
• Queremos sindicatos con perspectiva de género, en donde se abran los lugares para que más mujeres participen de las tomas de decisiones.
• Hay que romper con los roles estereotipados, tenemos que visibilizar a lascompañeras en los cargos dirigenciales gremiales. Hoy estamos lejos de la paridad y el piso mínimo que establece la ley.
• ¡Exigimos que el trabajo doméstico que realizamos en forma gratuita sea reconocido en su aporte como valor económico!.
• Reclamamos la implementación efectiva en todo el país de la Ley de Cupo Laboral de personas trans, travestis y transgénero, para mujeres con discapacidad y mujeres indígenas.
A su vez, en nuestra provincia, exigimos la reglamentación de forma urgente de la ley de cupo laboral travesti-trans.
• ¡Este año gritamos, VIVAS, LIBRES Y DESENDEUDADAS! Exigimos al Estado el NO pago de la deuda externa. ¡Paren de saquear al pueblo trabajador y endeudar a las mujeres!
• Exigimos reconocimiento económico a las compañeras que están en el territorio siendo la primera línea de atención ante las situaciones de violencia ayudando a sus propias vecinas, corriendo peligro de que el agresor pueda actuar contra ellas.
• Exigimos que PAREN DE MATARNOS, necesitamos una Reforma Judicial Transfeminista. La corporación judicial nos sigue matando.
Democraticemos la justicia, por una reforma feminista y transfeminista. Todos los días nos matan por ser mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries. Decimos BASTA a un sistema judicial burocratizado, ineficiente, patriarcal y homo-lesbo-transodiante. ¡Queremos caminar por las calles libres y sin miedo! Por eso decimos: ¡Ni una menos, Vivas nos queremos!
• Demandamos el cumplimiento de la ley Micaela en todo el ámbito estatal, y exigimos la aplicación de la misma en el ámbito privado.
• Exigimos al gobierno provincial el control de la fuerza policial, la capacitación y el cese de funcionarios policiales denunciados por violencia de género.
• También decimos ¡Basta de violencia obstétrica! Nosotras elegimos cuándo, cómo, dónde y con quién parir.
Reivindicamos y pedimos la plena implementación de la ley de PARTO RESPETADO, la ley de PROTECCIÓN INTEGRAL A MUJERES y la ley de DERECHOS DEL PACIENTE.
• Exigimos al Estado provincial, por ser el responsable de la salud pública en todo el
territorio, que facilite el acceso a tratamientos integrales de salud mental, de calidad y con perspectiva de género, para las mujeres e identidades feminizadas que los soliciten, al ser quienes sufrimos de manera particular situaciones de padecimiento mental por estar expuestas a violencias, exigencias, mandatos sociales y culturales que nos sobrecargan, propios de una sociedad patriarcal y capitalista.
• Asimismo, exigimos el cumplimiento efectivo de la Ley de Educación Sexual Integral, vigente desde 2006 en las escuelas de todo el país, para que niñas, niños, niñes y jóvenes tengan la capacidad de elegir libremente, vinculándose en relaciones sanas sin violencia.
• La violencia mediática contra las mujeres y la discriminación por razones de género en los medios son prácticas culturales que pueden ser transformadas y erradicadas. Se ejerce violencia mediática cuando se representa o difunde en y por los medios de comunicación discursos que promueven la explotación de mujeres o sus imágenes; injurian, difaman, discriminan, deshonran, humillan o atentan contra la dignidad de las personas por la condición de género o construyen o legitiman patrones socioculturales reproductores de la desigualdad. ¡BASTA DE VIOLENCIA MEDIÁTICA!
• El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad lo parimos en las calles con las
compañeras, y no vamos a permitir que ningún proyecto político amenace con cerrarlo argumentando "que no es necesario".
Donde se intente retroceder en los avances conquistados nos encontrarán donde siempre, en las calles, organizadas.
Creemos que desde el feminismo Popular, otro mundo es posible, donde primen otras formas de vivir, estar, sentir y relacionarnos.
¡¡Paramos multiplicando las luchas de quienes nos antecedieron buscando la construcción de un mundo más justo, amoroso y libre!! Estamos convencidas de que ¡VENDRÁN TIEMPOS MEJORES, PORQUE LOS ESTAMOS CONSTRUYENDO!
Por eso con orgullo decimos ¡Viva el Paro Internacional de Mujeres e Identidades Feminizadas. Trabajadoras somos todas!