Más de 3,7 millones de puestos de trabajo son generados desde las cadenas agroindustriales, un 22 por ciento del total nacional según reflejó un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) sobre la base de los últimos datos de organismos oficiales.
El ranking lo encabeza una amplia cadena integrada por frutas, verduras, hortalizas y legumbres con el 12 por ciento, el podio lo completan, en segundo lugar, la cadena de la carne vacuna y cerca la de la soja, ambas con el 11 por ciento. Pegadita se ubica la cadena del trigo con el 10 por ciento de los empleos intrasectoriales y, un poco más allá, queda el maíz, con el 7 por ciento.
“Estas cinco cadenas juntas generan la mitad de todo el empleo agroindustrial”, destacaron desde FADA.
Según el estudio, las cadenas agroindustriales generan 2 de cada 10 empleos privados a nivel nacional, es decir, más de una quinta parte de los trabajadores privados provienen del agro y las industrias asociadas.
Y ejemplificó: “Si cocinás una pizza de muzzarella, para cada ingrediente que usás se movilizó una enorme rueda de empleo”.
Además, explicaron que el mayor generador de empleo es la producción (el eslabón primario) que genera el 38 por ciento del total que producen las cadenas.
Le siguen la comercialización con el 26 por ciento, la industria con el 21 por ciento, el transporte y la logística con el 8 por ciento, los servicios conexos con el 4 por ciento, y los bienes de capital e insumos con el 3 por ciento.
Perspectivas pospandemia
“Hay que pensar más allá: granos, carnes, frutas, lácteos y muchos productos son demandados por otros países, por lo que Argentina puede potenciar sus capacidades para incrementar la producción, las exportaciones y la generación de dólares, y en esa rueda se generan más empleos”, afirmó David Miazzo, economista jefe de FADA.“Ese 22 por ciento del empleo nacional que generar el campo y su cadena productiva es un motor dinamizador para toda la economía, que excede a la región pampeana para extenderse al NEA, al NOA, a Cuyo y a la Patagonia, con un fuerte componente de federalismo a lo largo y ancho del país”, agregó Ariño.
Y Miazzó destacó que el estudio sirve para tomar una radiografía del empleo generado en torno al agro “pero que excede a lo que sucede en el campo”.
El estudio concluye, que enfocado desde cada tipo de cadena del total de empleo agroindustrial, el 32 por ciento lo generan las cadenas de cereales, oleaginosas y forrajeras, otro 32 por ciento las regionales (azúcar, frutas, vino, etc.), un 24 por ciento las cadenas animales (vacuno, porcino, aviar, láctea, ovino y otros), los servicios conexos (financieros, seguros, contables, etc.) suman un 11 por ciento y 1 por ciento los bienes de capital (maquinarias).
Fuente: TNCampo
