El 25 de mayo de 1810, marcó el inicio de un gran proceso emancipatorio en el sur del continente y en los actuales países de Bolivia, Paraguay y Uruguay, que con Argentina componían el Virreinato del Río de la Plata y, en los cuales, nuestra ciudad no estuvo ajena a su participación desde los comienzos de tan significativo proceso.

Es por ello, que el siguiente texto pretende explicar los hechos y sucesos que imprimieron a la ciudad y región un espacio de gran importancia para la futura historia de nuestra nación.

Las derivaciones producidas por los acontecimientos de mayo de 1810 en la Capital del Virreinato del Rio de la Plata, es decir Buenos Aires, tuvieron sus efectos inmediatos sobre las ciudades, villas y pueblos más cercanos a dichos eventos. Es indudable que el contacto y cercanía de determinados lugares favorecieron más rápidamente la propagación de este proceso, al igual que la pronta toma de posiciones respecto al mismo.

Es así que la Villa de San José de Gualeguaychú reconoció a la Primera Junta el 22 de junio de dicho año luego que Concepción del Uruguay lo hiciera el 8 del mismo mes. Días después hizo lo propio la Villa de San Antonio de Gualeguay con fuerte presencia española Pro realista, que a pesar de ello también adhirió luego a la Circular del 27 de mayo de la “Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII”.

Tal determinación por parte del cabildo de nuestra ciudad tuvo sus consecuencias y conflictos obvios entre los diferentes grupos de poder local y de la zona, que además de las cuestiones políticas, se enmarcaban en los vínculos económicos con Buenos Aires o con el actual Uruguay, perteneciente en aquel entonces a nuestro territorio virreinal.

En aquel momento el Cabildo de la localidad estaba precedido por un español, el Alcalde Ordinario Francisco García de Petisco que junto al Regidor Decano, Rafael Zorrilla, el Alguacil Mayor, José Borrajo y de muchos otros vecinos participaron en las sesiones del mismo. Ellos, que tenían un origen peninsular, aparte de ser comerciantes y estancieros, avalaron a la Junta que había destituido al entonces Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. También estaban los llamados criollos que habían quedado relegados de los principales cargos políticos y religiosos debido a las reformas de la Corona Borbónica, y completando el cuadro, se encontraba la Iglesia que avalaba el nuevo régimen y apoyaba con su palabra y económicamente, las acciones y posteriores operaciones militares de las nuevas autoridades. Aun así no todos los ibéricos apoyaron a la fracción realista, ni todos los criollos defendieron al gobierno revolucionario.

Para fines de 1810, esto se hizo manifiesto al comenzar los enfrentamientos entre los dos bandos ya claramente definidos, el que respondía al Virrey Javier de Elío que se encontraba en Montevideo y representaba los intereses de España en América. Y los que deseaban algo distinto a la dependencia y asfixia económica, administrativa y jurídica que imponía la corona.

Al conocerse el rechazo por parte de Montevideo a la Junta Porteña, los “peninsulares” residentes en la zona cambiaron su posición y recibieron el apoyo del nuevo Virrey, quien envió una expedición militar naval al mando del Capitán de Navío Juan Ángel de Michelena. Este desembarcó y tomó, tras unos combates, la villa de Concepción del Uruguay para luego dirigirse a nuestra ciudad, que inmediatamente juró fidelidad al “Consejo de Regencia de Cádiz” el 18 de noviembre con la oposición de los cabildantes Pedro Echazarreta y Basilio Galeano; de igual manera actuó Gualeguay.

Sin embargo, hubo vecinos que se opusieron a la violencia realista. José Gregorio Samaniego, el gualeyo Bartolomé Zapata y Francisco Ramírez en Concepción del Uruguay, formaron partidas con lugareños al tiempo que pedían ayuda a Buenos Aires y entregaban sus recursos y armas para contraatacar a los invasores. Estas hostilidades se prolongaron durante el transcurso de fines del 1810. A principios de 1811 y con el apoyo de tropas enviadas desde la capital se recupera el centro y costa del río Uruguay, lo que servirá para convalidar y fortalecer la autodeterminación de la comarca y resaltar la figura de los primeros gérmenes del caudillismo entrerriano.

Fuentes:

? Academia Nacional de la Historia; Investigaciones y Ensayos. Tomo 26. Bs As 1979 - Irazusta, Julio; Historia de Gualeguaychú. Entre Ríos salva a la Revolución a principios de 1811.

? Bosch, Beatriz; Historia de Entre Ríos. Editorial plus ultra. Bs. As. 1991.

? Lic. Solari, Mario Eugenio; La villa “San Joséf de Gualeguaychú” (según libro acuerdo del cabildo – 1787). Julio 2001 – Tema: Revolución de Mayo.

? Obispado de Gualeguaychú; Transcripción Libro de Acuerdos del Cabildo de la villa de San Jose de Gualeguaychú. Instituto Profesorado “Sedes Sapientiae”.

? Pbro. Landra, Mauricio; El ministerio sacerdotal en la Parroquia San José de Gualeguaychú (1766 - 1905).
Escribe: Lic. Daniel Ernesto González
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