De concretarse esta previsión, el área sembrada con la oleaginosa crecería respecto de la campaña pasada 300 mil hectáreas, y se convertiría en la mayor superficie implantada con el cultivo desde el ciclo 2008/09.
"Al igual que en la campaña pasada, el escenario presenta una tendencia positiva en la intención de siembra, que responde a la necesidad de recuperar hectáreas perdidas durante los dos ciclos anteriores debido al déficit hídrico", indicó la BCBA en su informe sobre pre-campaña a solo días de que comiencen los trabajos en el norte del país.
Según detalló la entidad bursátil, cuestiones climáticas, de precios y de insumos, motivan un crecimiento productivo en el girasol.
En este sentido, explicó que las "perspectivas climáticas anuncian un año neutral a seco, donde el cultivo tiene un mejor desempeño relativo", mientras que la relación de precios que "continúa siendo favorable pese a la baja de la cotización en los últimos meses".
El informe indicó que la cotización de junio en el mercado doméstico del grano fue 107 por ciento superior a la del mismo período en 2020 y 57 por ciento mejor que la del año pasado, más allá de las bajas registradas en el precio del aceite en los últimos meses.
Por el lado de los costos de los insumos, se percibió una caída en el valor internacionales de los fertilizantes, como la urea, cercano al 50 por ciento. Además, vale considerar que el girasol necesita una menor cantidad de fertilizantes en su ciclo productivo.
Fuente: Télam