El agente narró ante el jurado popular y la jueza Técnica Alicia Vivian que con su compañero de móvil concurrieron aquel 9 de octubre de 2019 a la casa 25 del barrio Molinari 5 porque había una denuncia que se estaba cometiendo un ilícito".
Agregó que uno de los implicados en el hecho "lo aprehendimos con herramientas y objetos en una plaza, junto a un árbol". En tanto, "Perez se encontraba en su domicilio" y cuando llegamos "un vecino nos dice que se estaba yendo por los fondos. El oficial nos ordenó: 'vayan y agárrenlo'. Lo interceptamos en la esquina antes del descampado. Baja mi compañero y le digo que lo corra pero me contestó que no podía".
Según Mauricio Gómez, tomó la "decisión de bajar con el arma desenfundada. Veo que va flameando la remera de Perez y tomo la decisión de desmartillar el arma y ahí es dónde se me ocasiona un disparo involuntario. El objetivo era perseguir a la persona" y luego relató que "guarde el arma, levante la vista y no lo veo. Corrí pensando que estaba detrás del templo evangélico y cuando llego lo veo tirado en el piso. Ahí llamé a la emergencia".
Antes de concluir, puntualizó que no se le brindó ayuda psicológica y que durante este periodo, en detención domiciliaria con tobillera electrónica no pudo trabajar para sostener los ingresos familiares.
Finalmente, el sargento precisó que en su vida "cambio todo. No puedo dormir pensando que le quite la vida a otra persona. Tengo hijos y comprendo el dolor que debe sentir su familia".