La última reunión fue el martes 27 de marzo, cuando la administración del gobernador Gustavo Bordet decidió desandar los pasos que había dado, y retirar la oferta de recomposición salarial del 17%, en dos etapas, más el 1,3% de cláusula gatillo para 2017. En vez de eso, propuso, como al principio de la negociación, el 22 de febrero, un 15%, en tres tramos. Claro, la respuesta gremial fue previsible: rechazo.
Ese fue el primer encuentro que se dio en la Secretaría de Trabajo; los cuatro anteriores habían sido en Casa de Gobierno.
Es así que el Poder Ejecutivo busca ahora encauzar la negociación con los maestros en el marco de la Ley de Paritarias N° 9.624, que prevé en su artículo 16° que en caso de desacuerdo entre las partes en el ámbito de la negociación, “antes de la iniciación de medidas de acción directa la/s Asociaciones Gremiales que representen la parte trabajadora deberán comunicar la situación de conflicto a la Dirección Provincial de Trabajo para que se convoque a una Audiencia de Conciliación que se hará dentro de los cinco días hábiles a contar desde la presentación”.
Las partes se vieron por última vez el martes 27, y el plazo de cinco días hábiles se cumple este viernes 6. Si entonces no hay acuerdo, dice la ley, “las Asociaciones Sindicales quedarán en libertad de ejercer los derechos que les competen”. Y, además, cualquiera de las partes “podrá pedir al Juzgado de Trabajo en turno de la ciudad de Paraná que disponga la Conciliación Obligatoria”.
El mismo viernes 6 la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) convocó a su congreso provincial en Paraná, que deberá resolver en torno a lo que ocurra en la audiencia de ese día en Trabajo. Si no hay oferta superadora al 17%, sobrevendrá el conflicto, aunque el Gobierno tendrá las manos libres para acudir a la Justicia.
La reunión del martes 27 de marzo sucedió a la del día 19 de marzo, y al congreso del jueves 22 del último mes, en el que el principal sindicato del sector, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), decidió rechazar la cuarta oferta salarial del Poder Ejecutivo para 2018, y aplicar dos días de paro: el viernes 23 y este lunes 26. El Gobierno respondió con datos que hablan de un alto nivel de presentismo en las escuelas, y con el anuncio de que descontará los días no trabajados, una merma que, en el caso del salario del cargo testigo, el maestro de grado, supone entre $450 y $500 por día.
La propuesta rechazada suponía una suba salarial del 17%. Esa recomposición salarial para 2018 se propuso pagar en dos etapas: un 8% en marzo, y un 9% en agosto. De la oferta quedó afuera el 1,3% de cláusula gatillo correspondiente a 2017, que se pagaría luego de la liquidación de los haberes de marzo, y por planilla complementaria. Será retroactivo a enero, y no a diciembre, como pidieron los gremios.
De ese modo, la suba total llegaba al 18,3%. De ese modo, se llegó al quinto encuentro del 27 de marzo, en el que tampoco hubo acuerdo. Este viernes será la sexta vez que las partes se vean las caras.
De momento, claro, sin acuerdos en los sucesivos encuentros, que fueron cinco: el martes 27 de marzo, el lunes 19 de marzo, el de marzo, el 22 y el 27 de febreo. En ese escenario, Agmer dispuso cuatro días de paro -5, 6, 8 y 14 de marzo- en las primeras dos semanas del ciclo lectivo. Luego, sumó el viernes 23 y el lunes 26 de marzo.
El Gobierno respondió endureciendo su posición: anunció que descontaría todos los días de huelga -excepto el del día 8 de marzo, por el Paro Internacional de Mujeres-, encomendó a los directores departamentales de Educación monitorear el ausentismo en las escuelas y limitó la posibilidad de realizar asambleas fuera de las escuelas con la reforma del decreto N° 1.318.
Fuente: Entre Ríos Ahora.
