La libertad domiciliaria a Juan Pablo Aguilera generó un contrapunto en la política entrerriana, ya cruzada por la cuenta regresiva del proceso electoral de 2019.

Desde el oficialismo se optó, mayoritariamente, por el silencio concientes del poder que aún detenta el diputado provincial y ex gobernador, Sergio Urribarri. En la oposición, se optó por salir a pegarle al sistema judicial. Varias voces de Cambiemos se hicieron eco de la determinación y ahora fue el turno de Jaime Benedetti, en su carácter de líder del Comité Departamental del radicalismo.

Para el hermano del precandidato a gobernador, Atilio Benedetti, los jueces entrerrianos poseen un "enorme poder y, en ocasiones, pueden inferir a la sociedad enormes daños". Benedetti ejemplificó ese "poder" con el caso de "Juan Pablo Aguilera, cuñado del presidente de la Cámara de Diputados -Sergio Urribarri-, que se encontraba cumpliendo prisión preventiva por 90 días"pero consiguió un beneficio.

"La noche del 24 de diciembre, mediante una maniobra que el periodismo acertadamente tituló “operación nochebuena”, dos jueces del más alto tribunal provincial ordenaron al magistrado inferior que entiende en la causa que permitiera a Aguilera regresar a su casa en condición de detenido domiciliario, en una flagrante violación de la igualdad ante la ley", sostiene el documento del radical enviado a R2820.

"La actitud de tan sólo dos jueces, encumbrados en la cabeza del poder judicial entrerriano, al favorecer al cuñado del ex gobernador y actual diputado Sergio Urribarri con prisión domiciliaria, asestó a toda la sociedad y al poder judicial mismo un enorme daño. Ese daño es difícil de cuantificar materialmente, pero provoca impotencia, irritación, indignación, desconfianza, desaliento; e incluso temor, porque quien otorga impunemente libertades sin fundamento válido podría ordenar prisiones igualmente antojadizas", expresó Jaime Benedetti.

Según el presidente del Comité Departamental de la UCR, "la decisión infundada se parece a la actitud del matón. Y esa decisión, sin duda, altera la paz social y daña la salud psíquica y moral de todos los entrerrianos".

Asimismo, advierte que no es muy posible llegar a un juicio político para destituir a los jueces que dictaron la prisión domiciliaria de Aguilera. "Como ese juicio requiere de mayorías políticas, y esa mayoría está representada circunstancialmente por el ex gobernador Urribarri, no parece sensato esperar nada".
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