"Los productores tendrá un número de rentabilidad negativa o casi negativa por lo que se compromete el cómo financiarse en la próxima cosecha, que será la del trigo, que por estos días se está sembrando. La preocupación es cómo seguir para adelante", explicó en diálogo con R2820.
"Necesitamos alguna señal de alivio en materia impositiva que permita avisorar una mejoría porque corremos riesgo de tener un retroceso en la cantidad de hectáreas que se siembren y en la tecnología a usar. Esos dos factores podrían terminar redundando en menor ingreso para el productor y para el Estado también".
Ante un mundo quebrado, Chemes estima una situación contradictoria: "si bien el productor tendrá pérdidas, en contraposición también estará en mejores condiciones que otros sectores porque producimos alimentos que podremos exportar al mundo".
Sin embargo, allí el presidente de CRA pidió "políticas de Estado para ser competitivos en el tipo de cambio y la carga impositiva. Es importante coordinar estas medidas porque si incentivamos con el Gobierno las agroexportaciones y el crecimiento, seguramente, se recaudará más que si se afixia al productor con impuestos".
"Cuando se generaron alivios impositivos, logramos cosechas récord con 140 millones de toneladas y el Estado obtuvo un adicional de ingresos por las exportaciones. Es una oportunidad de posicionarnos mejor que otros países", expresó a modo de ejemplo Chemes.
En contacto con R2820, el titular de CRA dijo que "con el ministro Luis Basterra hemos discutido este tema de las retenciones. El problema es que Argentina tiene una desesperación por recursos y los gobiernos no alcanzan a ver esta lectura. Necesitan dinero urgente para recaudar".
SIN JUNTA DE GRANOS
Un aspecto que Jorge Chemes dejó planteado fue el rechazo a un eventual retorno de una Junta de Granos y el intervencionismo estatal sobre las exortaciones. Para el entrerriano son más voces aisladas que una iniciativa concreta del Ministerio de Agricultura de la Nación."Volver a la Junta Nacional de Granos nos parece una locura, es volver a una Argentina de hace cien años atrás. Hay que entender que el país y el mundo cambiaron y que las condiciones comerciales y sociales son diferentes. Es una herramienta que no funciona más, como tampoco el intervencionismo del Estado. Están perimidas en el tiempo".
"No hay dejar liberado el mercado, pero si hay que constituir herramientas nuevas en políticas de Estado además de estabilizar la economía".
En el futuro, "nos vamos a tener que llevar bien con China, Estados Unidos, Europa y Brasil porque a cada uno le vendemos algo, eso es muy bueno porque en la diversificación bajamos los riesgos. En carnes vamos a depender de China porque es quién más nos compra, en cereales tenemos mercados en Oriente o Brasil que demanda mucho trigo. En economías regionales tenemos a Mercosur, Europa y está muy repartido en todo el mundo. Tenemos que apostar a una armonía comercial con el mundo más que nada en este contexto y con una planificación sobre qué le vendemos a quién y generar disferentes reglas de juego para cada país", concluyó.
