“La historia de Micaela me eligió como a la mayoría de las personas en Gualeguay, sin que yo lo decida. En ese momento, trabajaba en El Debate Pregón y eso me permitió estar en contacto con las y los protagonistas desde un primer momento. Sin embargo, quiero decir que venía haciendo un proceso anterior. Se había dado el femicidio de María Morales; un intento de femicidio en el centro de la ciudad que fue tapa del diario, y también el crecimiento de los debates y las organizaciones en torno a la cuestión de género en nuestra ciudad. Si tengo que decir cuál fue el momento en el que decidí que esta historia era para un libro, creo que fue en el abrazo que se hizo como despedida de Mica. Quienes estuvimos presentes ese día nos dimos cuenta que era una historia que no estaba cerrada”, contó.
Asimismo le consultamos como fue el proceso de pre-producción y recolección de información. “Lo primero que hice fue contactar a la familia y pedirle autorización. Una vez que estuvieron de acuerdo en el tipo de libro que quería hacer, decidí hacer un camino de afuera hacia adentro, o eso es lo que yo pensaba. Comencé por la justicia y las fuerzas de seguridad, las amistades, compañeras y compañeros de militancia, gimnastas, docentes, y finalicé entrevistando a Alejandro, su círculo íntimo y a la familia. Eso pensaba que me iba a permitir llegar con más información a las entrevistas más profundas”, comenzaba diciendo.
Y continuaba “De todas maneras, hasta que no hablaba con una persona no podía saber qué tipo de relación tenía con Mica y muchas veces me sorprendí. Fueron cerca de cincuenta entrevistas de todo tipo. Algunas podían durar siete horas o más, y otras eran por un dato absolutamente puntual. Hubo entrevistas grupales e individuales y más del noventa por ciento fueron presenciales. Cuando comenzó la pandemia tuve que hacer algunas a través de las redes sociales. Sin todas esas personas que colaboraron, el libro no podría haber sido posible. Y sin las personas que me apoyaron en forma personal o profesional, tampoco. Estoy muy agradecido por toda esa confianza y acompañamiento”.
Con respecto al dialogo con Andrea y “Yuyo”, padres de Mica, Santiago sostiene que “desde el primer momento estuvieron al tanto de los pasos que iba dando. No es la única forma de hacer este tipo de libros, pero considero que es la correcta, eso me daba tranquilidad para trabajar”.
Agregando “También implica tener la paciencia necesaria para permitirle a la familia que se tome el tiempo de leer algo tan sensible y movilizante, ya que hasta el último día de edición estuvimos corrigiendo cosas. Cuando terminaron de editar me mandaron un mensaje muy hermoso que es una de las mayores satisfacciones que he tenido en este laburo. Creo que la mejor prueba de lo conformes que están con el resultado, es el hecho de que hayan decidido venir y participar de la presentación”.
En otro párrafo quisimos saber que significa “Micaela García, la chica de la sonrisa eterna” para el escritor y lo interpelamos. “Desde que era chiquito y leía a la hora de la siesta, siempre soñé con escribir un libro, pero si me hubieran dado a elegir, nunca hubiera elegido escribir este. Como dije al principio, la historia me eligió a mí. Desde ya, en términos profesionales es un paso importante, y un aprendizaje. Lo más importante en todo proceso largo es que nos deje algo, y a mí este libro me dejó muchas enseñanzas”, aseguró.
Si hay que destacar algo de éste libro, es que narra la historia de Mica, no el Caso Micaela García. Cuenta su vida, desde que se conocieron Andrea y Yuyo hasta su legado a través de la Ley Micaela que sigue creciendo y ramificándose. Más del ochenta por ciento del libro es eso. “Sin embargo, teniendo en cuenta que, desde el punto de vista de mi investigación, hay por lo menos un asesino que sigue libre, el libro también es un intento de hacer justicia. Espero que llegue a las autoridades correspondientes y le den una respuesta a la sociedad” explica Santiago.
Y prosigue “A pesar de todos los avances que se han dado en la materia, la vida de las mujeres sigue siendo muy injusta y peligrosa. Si no tenemos justicia por Mica, qué podemos esperar de todas las chicas de los barrios que desaparecen sin dejar rastro, ni llamar la atención de casi nadie. Dicho esto, cierro diciendo que es un libro que se lee fácil, que está construido a través de escenas y que, si bien es emotivo, también deja lugar para la risa y la alegría”.
Más adelante le consultamos sobre cuáles son sus sensaciones al haber tenido la posibilidad de presentarlo en la Feria del Libro. “Soy una persona agradecida, con las personas que lo hicieron posible, pero también con quienes me dieron la oportunidad de presentarlo en un marco tan lindo”.
En cuanto a la Feria en sí misma, Santiago García expresó que “pude ser testigo del trabajo incansable que estuvo haciendo la comisión que organizó la Feria del Libro. Hablar y criticar es gratis y casi no demanda ningún esfuerzo más que largar un poco de aire. Las personas que hacen tienen mi respeto, sin importar las cuestiones ideológicas”.
Cerca del final, le preguntamos cuáles son sus expectativas a futuro con respecto al libro y a sus repercusiones. “Mentiría si dijera que no me importa, quiero que se lea, que se conozca la historia. Si se agota la edición, pero quedan los libros descansando en los estantes, me daría mucha pena. Me encantaría que quien no lo pueda comprar lo retire de la biblioteca y se lo lea en una tarde. Y al día siguiente otra persona y así sucesivamente”, respondió.
Y finalizó “Respecto a las repercusiones, no tengo expectativas. Haberlo terminado es una satisfacción muy grande, fueron muchos años. Todo lo que la historia de Mica me depare será bienvenido”.
El libro Titulado “Micaela García: la chica de la sonrisa eterna”, bajo la autoría del Periodista de Ramos Mejía, pero adoptado gualeyo y colega Santiago García y de la editorial Chirimbote, que ya han realizado trabajos bajo la figura de “La Negra”, ya se encuentra disponible en las librerías y a través de las redes sociales del mismo.
Fuente: El Debate Pregón
