Tras la pandemia, el regreso del evento no será en el Corsódromo pero si en la explanada de la Costanera. Desde el mediodía comenzaron las labores para montar los puestos y stand. Los estudiantes, con la asistencia de madres, padres y familiares trabajaron intensamente para armar las estructuras de madera, cañas, pajas, madera costanera, alambres, lonas. Todo es útil para sumar creatividad y destacarse del resto. A la tarde, padres cortaban tirantes con motosierras, chicos clavaban estantes, las mujeres bajaban leña de una camioneta para el fogón, madres tejían banderas de celeste y blanco mientras otras colgaban luces.
En armonía, pasando herramientas, pudiendo ayuda, coordinando la llegada de un tablón o freezer se pasó la tarde, donde no faltó el mate y las tortas fritas. Este domingo de 9 a 18, todo será baile con el pericon, chamamé y candombe, empanadas, bondiolas, chorizos, vacíos, tortas, alfajores, tortas fritas, y buseca. Pero sobretodo será el reencuentro con una fiesta familiar donde todos tratan de colaborar con los estudiantes que recaydan dinero para las Carrozas Estudiantes y los viajes de egresados.