"El gobierno de Durazno, que representa a toda nuestra población, apuesta al crecimiento, desarrollo, trabajo decente; queremos el crecimiento del centro del país, de toda nuestra región, pero queremos ser firmes en todo aquello que tenga que ver con preservar nuestra naturaleza y nuestro ambiente, por eso es que hemos tratado de recoger información en este sentido", señaló.
"Son temas que refieren a la hidrogeología, y de acuerdo a las manifestaciones que hemos tenido, en primera instancia de las autoridades nacionales, a través del director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario, a través de algunos técnicos con los cuales hemos conversado, y en comunicaciones con los principales [directivos]de la empresa UPM, representados por Javier Solari. Estas perforaciones no afectarían el acuifero Arapey, ni el acuífero Guaraní. Estaríamos hablando de acuerdo a lo manifestado por las autoridades de UPM de un pozo de alrededor de 50 metros de profundidad, que estaría abasteciendo la obra durante su construcción y también sería utilizada como elemento de consumo", explicó Vidalín.
"Queríamos manifestarle a la ciudadanía toda, nuestro respaldo al gobierno nacional para llevar adelante este emprendimiento, seguir junto a ellos "codo a codo" y "paso a paso" pero también diciéndoles que de ninguna el gobierno de Durazno, en representación de la ciudadanía, va a permitir ningún elemento que atente con aquello que puedan ser los recursos naturales de nuestro departamento. Queremos transmitir tranquilidad a la población", señaló.
La empresa asegura que una vez que esté operativa la planta no va a necesitar recurrir ni a aguas subterráneas ni a los embalses de las cercanas represas de de Baygorria y Gabriel Terra. Sin embargo, los ambientalistas de Movus entienden que el agua del río Negro no alcanzará para las necesidades de la futura fábrica.
