El hombre que estaba desaparecido vivía entre el campo, en una choza precaria con sólo un techo de loma, y en el medio de un monte con matrorrales.
Fue ubicado a unos 7,5 kilómetros campo adentro y no se determinó aún la data de muerte ni tampoco las causas. El primer rastrillaje de búsqueda fue ayer y se retomó muy temprano esta mañana con perros adiestrados, agentes a caballo y otros a pie que se metían entre el monte, abarcando unos 15 kilómetros de extensión.
Según informó Ormaechea para llegar al sitio en camionetas hay que recorrer desde el segundo ingreso del Barrio Toto Irigoyen, pasar las escuelas 66 y 12 y seguir hasta la tranquera que marca el final del camino de tierra. Desde esa tranquera estima que se lo ubicó a más de 7,5 kilómetros, pero lamentablemente sin vida.