Las provincias cerraron con superávit fiscal en 2020 gracias a los giros recibidos por Nación. Las gobernaciones terminaron con un resultado positivo el año pasado debido a la asistencia de la Rosada por $ 150.000 millones, sin la cual el déficit provincial habría sido de $ 87.500 millones.
El margen fiscal fue una de las variables económicas más golpeadas por la crisis económica del coronavirus dada la depresión en la recaudación tributaria y, en menor medida, las necesidades de ampliar el gasto en asistencia por la cuarentena, situación que también impactó en las cuentas públicas provinciales, de acuerdo con un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Tal es así que los ingresos tributarios en 2020 con respecto a 2019 cayeron un 4,9 por ciento en términos reales, aunque los de origen provincial tuvieron una sangría mayor, de 7,6 por ciento: pasaron de $ 1,04 billones a $ 1,37 billones. Las contribuciones a la seguridad social, en tanto, también se deterioraron en términos reales, un 6,7 por ciento.
Las transferencias corrientes fueron las únicas que mostraron una variación real positiva, del orden del 82 por ciento respecto a 2019, donde se inscribe la asistencia de Nación.
Según estimaciones del Iaraf, totalizó $ 150.000 millones, 0,5 por ciento del PBI, que permitió que las provincias en su conjunto acumularan un superávit primario de 0,2 por ciento del PBI. Sin estos ingresos, el resultado habría arrojado un déficit de 0,3 por ciento.
En cuanto al resultado fiscal de cada provincia, el Iaraf destacó la heterogeneidad de las cifras. Mientras Santiago del Estero, Córdoba y La Rioja presentaron superávits primarios del 23,8 por ciento, 8,7 por ciento y 6,7 por ciento de sus gastos totales, respectivamente; Chubut y Río Negro presentaron déficits primarios de 10 y 6,6 por ciento, respectivamente.
Entre Ríos, que había presentado un déficit del 3,5 por ciento en 2019, en 2020 presentó un superávit primario del 4,3 por ciento de sus gastos totales, lo que indica una mejora del 8,3 por ciento de un período al otro.
En este marco, las provincias que en mayor magnitud mejoraron en relación con 2019 (es decir, las que más aumentaron su resultado primario) fueron Santa Fe, con una mejora de su resultado primario de 11 puntos porcentuales de su gasto total y Santiago del Estero (9,3 p.p.).
Las provincias con mejor variación real fueron Misiones (6 por ciento), Tucumán (5 por ciento) y La Rioja (4 por ciento), que fueron las únicas que mostraron aumentos en sus ingresos por encima de la inflación del año pasado, de 36,1 por ciento.
En este ítem, Entre Ríos se ubica con una variación real de -1 por ciento, junto a Santa Fe y a Chaco, sólo por debajo de Santiago del Estero (0 por ciento) y de los tres distritos mencionados con variación real positiva.
En el otro extremo se encuentran CABA (-14 por ciento), Neuquén (-13 por ciento) y Tierra del Fuego (-13 por ciento). En CABA resultó determinante la caída de los envíos automáticos nacionales por las sucesivas reducciones verificadas el año pasado en su coeficiente de coparticipación frente a 2019, en el caso de las provincias patagónicas se verificó en 2020 una significativa reducción en la recaudación propia.
Por el lado del gasto, las provincias también acumularon una caída real, de 5,6 por ciento, al pasar de $ 3,49 billones a $ 4,69 billones en el último año. Los únicos gastos que crecieron también corresponden a las transferencias corrientes a municipios.
Por provincia, se observa una amplitud de 18 puntos porcentuales. La única provincia con variación real positiva fue Misiones (2 por ciento), mientras que las provincias en donde más se redujo el gasto fueron Mendoza (-16 por ciento) y Tierra del Fuego (-14 por ciento).
Al considerar el gasto primario la situación es similar, Mendoza y Tierra del Fuego vuelven a ser las de mayor reducción (-13 por ciento para ambas), mientras que a Misiones (2 por ciento) se le suman Buenos Aires (0,9 por ciento) y Corrientes (0,3 por ciento) con variaciones reales positivas.
Fuente: El Cronista
