En el primer cuarto, Buenos Aires comenzó mejor, pudo correr la cancha y se adelantó prematuramente. La respuesta de Entre Ríos vino de una manera totalmente distinta a la que propusieron los bonaerenses: el verde prefirió romper y descargar para los lanzamientos externos. En ese apartado se destacó Joel Scrosopp, quien a pesar de estar cargado de faltas (cometió tres en cuestión de minutos) permaneció en el campo porque clavó tres triples vitales para dejar con vida a Entre Ríos.
En los segundos diez minutos, nuevamente los de la región pampeana salieron con todo y tomaron una buena ventaja, pero no pudieron mantener ese ritmo. Los entrerrianos, con su segunda unidad, volvieron al juego con una defensa fuerte (uno de sus principales atributos) y varios puntos en la pintura. Además provocaron faltas que los llevaron a la línea repetidamente. Al cierre del primer tiempo, Buenos Aires ganaba solo por dos puntos.
En el tercer cuarto, Entre Ríos dejó de pasarse el balón, chocó contra el muro defensivo de “Provincia” y lo pagó caro. Liderados por un espectacular Jano Martínez en la base, los de Buenos Aires crecieron de atrás para adelante, circulando el balón, generando tiros cómodos y quebrando mentalmente la semifinal.
Entrados en los últimos diez, Buenos Aires ganaba por veinticinco y todo lo que restó para los espectadores fue disfrutar: el cuarto cuarto de los bonaerenses fue un show, un monólogo, y el excelente equipo entrerriano no pudo hacer nada para detenerlo. El resultado final fue 87 a 51 para Buenos Aires, que enfrentará a Santa Fe por el título nacional.
