En todos los países del mundo transitaron una gran depresión económica con sus respectivas consecuencias en el ámbito social. Tal es así, que los países latinos cayeron por encima del 10 por ciento su PIB, pero la gran debilidad que aún hoy persiste, es el déficit sanitario.
Hoy en día, los avances científicos – en los países líderes – han podido lograr inocular el virus con la campaña de vacunación, pero sobre todo, sortear la caída de la economía. Tal es así, que China proyecta un crecimiento de su PIB del orden del 16 por ciento o más.

En primer lugar, la compra-venta habitual de forma personal se ha reemplazado por la transacción virtual, electrónica y/o domiciliaria. Es decir, que esta práctica de comercialización, es uno de los cambios sociales más significativos de la Pandemia. En consecuencia, la comercialización electrónica aumentó un 84 por ciento en 2020 respecto del mismo período del año anterior.
También, resulta necesario resaltar la eficiencia en la transacción y logística de los productos. En estos últimos años, se han perfeccionado el vínculo entre el comprador y vendedor, los derechos de los consumidores, el tiempo de entrega y la forma de pago, aristas de los ponderación y satisfacción del usuario y consumidor. “Para una muestra alcanza un botón”, la empresa argentina Mercado Libre-Mercado Pago, es una de las empresas con mayor valor en la Bolsa de Nueva York.

El 75 por ciento de los adultos consumió alcohol, en promedio, 1 día más al mes durante la Pandemia. Además, entre las mujeres, el número de días de ingesta de bebida alcohólica un aumento del 41 por ciento.
Por otra parte, también, cambió la forma de consumir alcohol. El botellón de vino aumentó un 30 por ciento, pero el dato curioso o elocuente, es que la damajuana de vino se puso de moda, con un crecimiento del 61 por ciento en octubre de 2020. La época de oro de la damajuana fue la década de los noventa con el 60 por ciento del embotellado, y hoy, solo alcanza al 10 por ciento.
La Pandemia resultó trasvasar no solo las conductas y costumbres, sino que tuvo efectos que deterioraron o profundizaron el daño en las relaciones humanas. Un reciente estudio revela que, a partir del confinamiento, aumentó 33 por ciento las personas con síntomas de ansiedad y depresión, índices que se agravan mucho en las personas más vulnerables.
Los factores que recrudecen dicho estado son: el alarmismo ambiental, la política informativa, los rumores y la incapacidad de transmitir mensajes más positivos y esperanzadores. Los síntomas más frecuentes y observados en contexto clínico son irritabilidad y rabia.

Como si fuera antinatural o bien, irracional por que es meramente sentimental; el consumo de chocolate en Suiza, durante la Pandemia, se derrumbó un 40 por ciento.
El consumo medio anual de chocolate en el país Gélido cayó por debajo del umbral de los 10 kg por persona, un nivel que no se veía desde 1982. Por si fuera poco, las exportaciones del Chocolate Suizo también cayó un 11.5 por ciento, contrastando 2020 con 2019.