Fausto Grantón había proyectado para este año desembarcar en la categoría reina del Superbike Argentino. Sin embargo, la pandemia del Coronavirus le cambió uno poco los planes.

Pero a pesar del contratiempo que genera la actualidad que se vive, el campeón 2019 de Súper Sport 600 sigue adelante con la conformación de su equipo propio y con la preparación de la moto con la que afrontará este nuevo desafío: una Kawasaki ZX-10R.

“Este año iba a ser bastante complicado para nosotros porque teníamos el salto de categoría, una moto nueva y la verdad es que nunca habíamos trabajado con la marca. Además afrontábamos un proyecto muy grande que era el equipo propio. Era una temporada con desafíos importantes, pero teníamos muchas ganas de arrancar. Todo esto se frenó un poco, pero ya estamos trabajando con la estructura para ver si podemos hacer alguna presentación para generar movimiento y ya tenemos la mente puesta en el año que viene”, expresó el piloto de Villa Elisa.

Además, el entrerriano argumentó el porqué de la elección del producto de la marca japonesa. “Creo que la Kawasaki es una moto intermedia entre la BMW y la Yamaha, por eso la elegimos. No tiene el motor o la velocidad punta de la BMW ni tampoco el gran chasis de la R1, pero considero que es la moto correcta para mí en lo que va a ser el primer año con un 1000cm3, porque es un impulsor dócil y el chasis va muy bien. En el último entrenamiento, nos dimos cuenta de muchos detalles para acomodar la puesta a punto, así que estábamos listos para hacer unos cambios bastantes grandes que nos iban a llevar al camino correcto”, explicó.

El arribo a Superbike se da en condiciones inmejorables para el crédito de Villa Elisa: con su segundo título nacional bajo el brazo y con un 2019 que lo vio seis veces en lo más alto del podio.

“Creo que la maduración ya la tenía en 2018, que era cuando queríamos pasar de categoría, pero la confianza que agarre el año pasado es algo que nunca había tenido y eso para saltar de divisional es un plus. No es lo mismo subir peleando carreras o algunos podios que llegar después de haber ganado seis competencias. Estas con un aplomo diferente y te da un extra cuando más lo necesitas, en este caso estrenando una moto nueva y teniendo que arriesgar”, comentó.

La conformación de la estructura propia era un viejo anhelo de los Grantón y para esta ocasión, como es habitual, su padre Sergio será el encargado de la parte mecánica junto a un grupo de colaboradores, mientras que la electrónica estará a cargo del propio Fausto y la suspensión será provista por Öhlins.

“Pasar con un equipo propio es algo muy lindo y ya lo veníamos hablando hace algunos años porque íbamos por las diferentes estructuras, pero era un grupo reducido de gente el que trabajaba siempre en mi moto. También está la posibilidad de sumar dos o tres pilotos más, pero siempre tratamos de hacerlo de la forma más profesional posible y aplicando todos los conocimientos que nos trajimos de Europa. Es un proyecto muy bueno y bastante grande, así que esperamos poder hacer una presentación para poder mostrar lo que tenemos”, expresó.

Sabiendo que será un complemento más que importante en la parte técnica de la formación naciente, el joven de 23 años aprovechó la cuarentena para avanzar en su carrera de Ingeniería Electromecánica y tampoco descuidó su preparación física.

“Al principio constaba bastante estar todo el día en casa, pero le dedique mucho tiempo a la facultad, me centré en eso para no pensar que estaba encerrado. Tenía una buena cantidad de actividades para hacer y un poco por ese lado, el estudio me ayudó a sobrellevar la situación muy bien y trataba de entrenar para no perder la parte física. Por suerte en Villa Elisa no hubo muchos casos y se abrió todo bastante rápido. Prácticamente, a pesar de los cuidados, estamos haciendo vida normal”, puntualizó.

Por su parte, el ex campeón argentino de 250cc habló de cómo pueden afectar los más de 100 días de inactividad al momento de salir nuevamente a pista. “Hay que volver muy despacio y tranquilos porque el estado físico se mantiene, pero cuando uno se sube a la moto, la cabeza no está acostumbrada a ir a 300km/h y eso es un riesgo muy grande. Hay que ir de menos a más, quizás tomarse dos o tres entrenamientos para tener el ritmo y después de ahí buscar los tiempos. Es difícil apretar para ir lograr los registros y con esta inactividad lo será aún más”, afirmó.

En el final de la charla con Carburando, Grantón marcó las metas que se pone para su estreno en Superbike.

“Si arrancamos este año, los objetivos van a cambiar bastante, ya que priorizaremos acumular experiencia para 2021, trataremos de utilizar todos los entrenamientos sin presiones. Para el año que viene, si comenzamos de cero como estamos ahora, intentaremos en las dos primeras carreras meternos entre los cinco o seis primeros y después seguir trabajando como lo hicimos en 2019. El siguiente paso es ir por el podio y ojalá que se nos alguna victoria antes de fin de año, pero tratar de ser regulares y no cometer errores es lo importante para no perder la confianza”, concluyó.

Fuente: Carburando
Motociclismo Entre Ríos
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