Los Blues vencieron a Bélgica 1-0, después de un espectacular partido, gracias a un gol de Samuel Umtiti a los 51 minutos.
Los belgas tuvieron muchas oportunidades de liderar y luego regresar al marcador, pero una muy buena defensa francesa y un excelente Hugo Lloris permitieron que los franceses aguantaran hasta el final de la reunión.
El equipo francés intentará el domingo para ganar su segunda estrella, después de la que ganó contra Brasil en 1998. Se enfrentará al ganador de la segunda semifinal contra Croacia ante Inglaterra del miércoles a las 15, de Argentina.
Un juego de portero
En este partido abierto y agradable, tomó más de 50 minutos para asistir al primer partido. Porque si los dos equipos no tuvieron éxito en el primer período, es gracias a los porteros contrarios a veces ayudados por sus defensores.Los belgas han tropezado continuamente con la defensa francesa. Cuando Hugo Lloris no desvió un excelente disparo de Toby Alderweireld después de una esquina belga, fue Raphael Varane quien lo reemplazó frente a su línea para desviar un intento de Eden Hazard que tomó el camino de las redes.
Por otro lado, Thibaut Courtois anticipó perfectamente una excelente apertura de Paul Pogba hacia Kylian Mbappé, y aprovechó el regreso de Toby Alderweireld frente a Olivier Giroud mientras que el francés estaba en la recepción de una espléndida combinación entre Antoine Griezmann y Kylian Mbappé.
Sobre todo, el portero belga fue decisivo frente a Benjamin Pavard: perfectamente atendido por Kylian Mbappé en el área belga, el joven lateral derecho francés perdió su cara frente a Thibaut Courtois, abandonado por su defensa.
Umtiti, el salvador francés
Finalmente fue Samuel Umtiti, que llegó a engañar a la defensa belga, en una esquina tras un disparo de Olivier Giroud desviado por Vincent Kompany.El defensa francés cortó la esquina de Antoine Griezmann en el delantero Marouane Fellaini, pero el mejor jugador en el campo, para engañar a Thibaut Courtois y permitir que los franceses lideren 1-0. Culpable, el belga sostuvo su cabeza en las manos de largos momentos, mientras el francés celebraba el gol con sus compañeros de equipo.
Francia podría incluso haber duplicado la apuesta cinco minutos más tarde, pero un regreso desesperado de Mousa Dembélé por delante de Olivier Giroud, nuevamente servido por Kylian Mbappé, permitió a los belgas mantenerse vivos en esta reunión.
Después de unos minutos, Kevin De Bruyne en una volea demasiado aplastado, y Marouane Fellaini en una cabeza no enmarcada perdieron oportunidades de empatar con los Diablos Rojos.
Los belgas presionaron pero no encuentraron la falla. Pero los belgas parecían más prestados. Brillante en la primera mitad, y causando dolores de cabeza inmensos a la defensa francesa, Eden Hazard desapareció temprano en el segundo período. Incapaces de encontrar fallas mientras sostenían el balón en el centro del campo, los belgas confiaron en intentos lejanos en la imagen del golpe Kevin De Bruyne, quien terminó en la grada del estadio de St. Petersburgo, o centros fallidos.
Finalmente, en los últimos diez minutos, el jugador belga se despertó. Sus dos avances consecutivos han causado una enorme preocupación a la defensa francesa. En el segundo, después de una buena entrada de Raphaël Varane en la entrada a la superficie, Hugo Lloris tuvo que rechazar un potente disparo de Axel Witsel para mantener su portería a cero. Una última doble oportunidad después de un tiro libre belga dio los últimos sudores fríos a los fanáticos franceses.
Enfrente, Antoine Griezmann podría haber matado al partido en tiempo de descuento, pero su golpe de ataque encontró los guantes Courtois.
En la estela Kylian Mbappé y Corentin Tolisso perdieron la oportunidad de matar el juego en el mostrador francés. Sin consecuencia. Francia jugará el último partido de esta Copa del Mundo, el domingo contra Croacia o Inglaterra, con la esperanza de agregar una segunda estrella a su camiseta.
Fuente: Le Monde-Francia
