Desde AGMER manifestaron también "la necesidad de que las políticas públicas definan como objetivo resolver la desigualdad educativa reconociendo el trabajo docente desde las escuelas, mayor inversión en consonancia con los derechos laborales".
Sostienen que tras la pandemia "el trabajo docente se reconfiguró y extendió de múltiples maneras; dando un fuerte reimpulso a formatos virtuales que profundizan el desafío de cómo la escuela dialoga y se vincula con nuevas formas de construcción del conocimiento que exceden los márgenes de las escuelas. Del mismo modo, se comprobó la importancia y centralidad de la presencia de docentes".
El sistema educativo entrerriano registra una escuela pública que, desde hace tiempo —mucho antes de la pandemia—, viene llevando adelante en el Nivel Primario distintos formatos de extensión de la jornada escolar que contemplan contextos sociales, culturales e, inclusive, alimentarios que le dan un profundo sentido educativo y social. Hablamos de las escuelas de Jornada Completa, Doble Jornada y Extendida.
Por otra parte, muchas escuelas, desde su autonomía institucional, se encuentran concretando experiencias de extensión de la jornada escolar, en algunos escasos fortaleciendo curricularmente la terminalidad en el nivel Primario.
Sin embargo, "revertir la profunda desigualdad que evidenció la pandemia no podrá llevarse adelante sin un Estado decidido en una inversión educativa que reconozca el trabajo docente en su dimensión salarial, laboral, en la impostergable creación de cargos docentes, en personal de limpieza y mantenimiento de las escuelas, en infraestructura edilicia, tecnológica y de conectividad, y de esa manera, garantizar una verdadera educación de calidad, inclusiva y popular".