La víctima -que podría ser cualquier integrante de ese colectivo vulnerable y marginal del que se alimenta el narcotráfico- se llamaba Iván Perez, tenía 24 años y una "historia" detrás como todos los que habitamos Gualeguaychú. Del otro lado a unos 95 metros sobre la calle Lucio Mansilla estaba el victimario -que pudo haber sido cualquier otro agente empuñando un arma reglamentaria- y en este caso se llama Mauricio Gómez, un sargento de la comisaría Octava.
Sin embargo, los protagonistas de la historia no son solo ellos. Lo son su entorno, el barrio Molinari y la ciudad entera. Lo es una sociedad movilizada y preocupada que solo encuentra palabras "vacías" y rodeos de una dirigencia que no se hace cargo de su rol, compromiso y responsabilidad.
LA MARCHA
El atardecer del sábado dejó que los últimos rayos se escondieran en el horizonte. Cerca de las 18.35 un grupo de vecinos, amigos y jóvenes con el apoyo de integrantes del Grupo de Madres de Plaza de Mayo Gualeguaychú y el área de Derechos Humanos de la Municipalidad, se encolumnaron detrás de una bandera que decía "Justicia por Iván" y que sostenían su papá Héctor Perez, su mamá Rosa y su hermano Exequiel junto a otros familiares.Mezclados entre los caminantes estaba los padres y hermanos de Lucas Bentancourt, otra víctima vinculada en forma indirecta al flagelo de las drogas. Según investiga la Justicia, a Lucas lo mató en el Barrio 338 viviendas Genaro Gutiérrez, un adolescente con problemas de adicciones.
La marcha se fue poblando a medida que avanzó por 25 de Mayo hasta Mitre y en los carteles se leían frases como "Ni su historia, ni la droga, a Iván lo mató la Policía", "Fue gatillo fácil", "Seguridad es incluir a los pibes".
La columna se detuvo pacíficamente unos instantes sobre la puerta de ingreso a la Departamental de Policía -en el exterior del edificio, no se encontraba el guardia de seguridad en ese momento, una decisión acertada que sirvió para evitar una confrontación innecesaria- y enseguida caminaron unos 40 metros hasta las escalinatas del Palacio de Tribunales donde se leyó un documento.
EL MENSAJE DE LA FAMILIA PEREZ
El comunicado resaltó que "es un día de mucho dolor y de reclamo. Hoy nos juntamos para pedir justicia porque a Iván lo mato un policía, ni la droga, ni su historia. Un policía que decidió asesinarlo y por eso decimos que es un caso de gatillo fácil, aunque algunos quiera insultar a Iván"."Iván no merecía morir, todos debemos ser tratados como personas aun cuando nos equivocamos o tengamos un problema. Confiamos en que los responsables del asesinato de Iván serán juzgados y condenados. Queremos justicia, no queremos venganza".
"Nosotros vivimos en esta ciudad y somos tan gualeguaychenses como todos y merecemos respeto a nuestro dolor, a la memoria de Iván. También queremos una verdadera seguridad, pero sin violencia, que nos proteja pero no que nos mate. Queremos que la Policía nos cuide, no queremos que la Policía entre a los tiros en ningún barrio o pueda golpear, disparar y matar a quién quiera. El gatillo fácil no es más seguridad, todo lo contrario".
UNA CIUDAD EN LA CALLE
¿Acaso en una parte de la sociedad de Gualeguaychú la "Doctrina Chocobar" es interpretada como una solución? ¿Cuán hondo caló la idea de aplicar "mano dura a la delincuencia"?¿Acaso los propios vecinos de los barrios vulnerables no son víctimas también de la falta de seguridad y el incremento del delito cuándo se necesita dinero para comprar la droga y satisfacer una adicción? ¿Quién se beneficia con la expansión del narcotráfico en la ciudad y las secuelas que produce?
¿Acaso le cabe a la sociedad juzgar a un agente de seguridad por su perfil en las redes sociales? ¿Acaso alguien puede juzgar a una víctima por una adicción de la que no puede escapar?
¿Acaso los policías no viven con un sueldo miserable, se pagan su propio uniforme y tienen poca instrucción? ¿Acaso los pacientes con adiciones cuentan con una red de contención y rehabilitación que les brinde el Estado?
Ante la muerte de un joven de 24 años -el hecho consumado-, ante un disparo de espaldas a casi una cuadra de distancia por un agente -otro hecho consumado- vale preguntarse ¿dónde estaba el Poder Ejecutivo de la ciudad para prevenir la violencia? ¿Acaso no es un deber de las autoridades velar por nuestra seguridad, prevenir la violencia sobre todo en un contexto tan difícil como el de la drogadependencia? ¿Fallaron las famosas "políticas inclusivas e igualitarias"?.
