Además se encontraban el juez de Paz, Ricardo Chaia, el cura Párroco, Heraldo Reverdito, Bomberos Voluntarios, instituciones educativas con sus respectivas Banderas de Ceremonia y público en general.
La titular de Gestión Cultural y Educación, Analía Duarte, abrió el encuentro, invitó a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, la Marcha de Entre Ríos, para luego dar lugar a la celebración religiosa a cargo del presbítero Reverdito y la colocación de la ofrenda florar, a cargo de Yanina Parrilla y Natalia Benítez.
Palabras alusivas
Las brindó el concejal de Creer Entre Ríos, Favio Palavecino, quien expresó al estar “reunidos en esta conmemoración en el Día del Veterano de Guerra y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, queremos recordarlos y honrarlos con palabras que permitan reflejar la entrega de nuestros soldados argentinos”.Prosiguió “lo sucedido en 1982 nos hace reflexionar acerca de la importancia de conocer nuestra historia para entender nuestro presente y comprometernos con nuestro futuro. La Guerra de Malvinas es una historia plagada de desventuras personales, errores políticos, ignorancia diplomática e improvisación militar. La historia de las Islas, es una historia de usurpación, de arrebato, pero, sobre todo, una herida abierta en el corazón de muchos argentinos, que murieron por defender ese suelo tan extraño y querido, para que flameara nuevamente allí nuestra bandera”.
“Hoy queremos recordar y conmemorar, en un acto de respeto y empatía, a todos los jóvenes soldados que participaron de una guerra que, en medio de tanto conflicto, dejó dolor y heridas. Pero los esfuerzos realizados para reivindicar a los héroes y veteranos de Malvinas, no pueden dejar de lado a las mujeres que participaron en el marco del conflicto, oficiales, cadetes, instrumentadoras quirúrgicas, enfermeras, cuya contribución fue también esencial en la defensa de la soberanía y reconocer el valor que demostraron al afrontar las duras e injustas condiciones de una lucha armada desigual.
La sumatoria de errores y horrores no logran empañar la entrega, abnegación y el valor de quienes entregaron con sacrificio sus vidas. Un reconocimiento al honor, que perdura por sobre las circunstancias y la temporalidad del hecho histórico”.
“Sin duda, la situación del país en aquella década merece ser analizada, estudiada y comprendida para que no vuelva a suceder. Esta guerra fue un enfrentamiento generado en un contexto de decisiones políticas muy complejas y erróneas que nos impone hoy en plena Democracia un ineludible compromiso de una revisión histórica, crítica sobre los acontecimientos que dejaron un triste saldo y secuelas en muchos casos irreparables”.
“Probablemente haya muchas razones, y cada uno de nosotros tenga las propias, para tomar partido en una situación interna tan dolorosa del pasado, pero las heridas no tienen que servir para eso, sino que deben convocarnos a la obligación de hacernos cada vez más sólidos en los valores en los que queremos vivir”.
“Hoy el reclamo sigue vigente, la herida sigue abierta y el recuerdo de aquellos jóvenes soldados que ofrendaron la vida por su Patria nos convoca a buscar la mejor manera de reclamar nuestro legítimo derecho sobre la soberanía de las islas, a través del dialogo consensuado y sostenido con la clara convicción de que el único modo de lograrlo es a través de la Paz”.
“Memoria y honor para quienes lucharon en el frente, para quienes murieron combatiendo; verdad para todos los argentinos y para todos los pueblos del mundo, justicia, para con nuestros derechos, justicia para con el derecho al diálogo, justicia para el cumplimiento del derecho internacional para que podamos tener un mundo mejor, más seguro y más justo”.
“Reconozcamos con honor y gratitud a excombatientes y familias, redoblemos esfuerzos para superar diferencias, coincidamos en lo verdaderamente importante, en lo fundamental, la patria es el otro, la patria es el prójimo. Muchas gracias”.
