En esa instancia, contaron que vienen padeciendo quebraduras en paredes y pisos, producto del agua que baja del lado oeste, horada el suelo y genera los movimientos que provocan dichas roturas.
“Se charló con el dueño del terreno lindante para poder ingresar al lugar con la maquinaria de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos y poder hacer un sistema de contención para que el agua se desviara y no se meta debajo de las viviendas”, explicó el concejal Joan Boari, quien siguió de cerca los trabajos llevados a cabo en las últimas semanas.
El barrio Miguel Ángel se realizó en el marco del “Programa Federal de Vivienda y Mejoramiento de Hábitat de Pueblos Originarios y Rurales”. De esta manera, 40 familias pertenecientes a la cooperativa de tierras “Unidos por una Vivienda”, pudieron acceder a la casa propia.
“La tarea articulada entre el Concejo Deliberante y el Ejecutivo municipal fue fundamental para empezar a avanzar con los trabajos necesarios en el lugar”, destacó Boari. Al tiempo que dejó claro que “esta es una primera obra de contención”, pero “el compromiso es continuar en contacto con las familias afectadas y poder darle una solución final a este asunto”.