Ahora Noelia recorre Sri Lanka, una isla del sur de Asia junto a su pareja Jakub, un checo que solo habla inglés y algunas palabras en español. En un año y medio ya visitó tres continentes: América, Europa y Asía. En marzo, planea estar de regreso en el viejo mundo y seguir mostrando sus viajes desde su Instagram @noemisheel.
La primera parada fue Cancún con la idea "trabajar y hacer voluntariado para juntar algo más de dinero y seguir viajando". Aprovechando la tecnología, Noelia por una aplicación consiguió una casa para pernoctar gratis y fue voluntaria en un hostel de una isla, fue contratada como fotógrafa y con esos ingresos se alquiló una habitación a media cuadra del mar.
Por su parte, a Noelia le preocupaba que se le acababa el dinero y, en otra isla, "volví a ser voluntaria en un hospedaje cercano al mar, un lugar hermoso, pero que no tenía desarrolladas sus cuentas con los buscadores de viajes. A cambio de una habitación hizo ese desarrollo a través de Internet", describe desde Sri Lanka.
Pero siempre hay un desafío más para alguien emprendedor y Noelia supo observar a su alrededor: "en la isla no existía comida vegana o vegetariana, solo platos mexicanos que suelen ser más pesados. Entonces, para generar ingresos, empecé a vender viandas en las playas llenas de turistas. Me fue muy bien, trabajaba todos los días y así junté el dinero para irme a Europa".
La odisea del "viejo mundo"
Como en un libro de cuentos, Noelia enlaza los capítulos de su historia de vida, ese roud trip de amaneceres en un destino y anocheceres en otro punto del planeta."Luego de siete meses en México viaje a Europa. Llegué a República Checa, de dónde es Jakub con la intención de seguir rodando juntos, pero tenía que esperar porque él estaba trabajando", sintetizó.
En la región balcánica, Noelia se enfrentó a un obstáculo que supo superar: "por primera vez, estaba en un país donde no se habla mi lengua materna que es el español. Con la base del inglés del colegio y algo que aprendí en México me tuve que poner a estudiar porque no me podía comunicar con la gente al no saber checo y tener un inglés muy básico. Me pasaron situaciones extremas como no poder expresar lo que siento con mis palabras".
De regreso a Checa "junto a Jakub planeamos el viaje a Nepal, siempre siendo voluntarios para solventar gastos ya que te proven de un espacio para dormir y alguna comida. Por ejemplo en una escuela de montaña donde el proyecto social consiste en cocinar para sus alumnos que son muy humildes. También lo hicimos en un centro que rescata elefantes que se usan para trabajar llevando hasta 7 personas en el lomo de un lugar a otro. Como los elefantes son muy grandes esos explotadores los tienen encadenados y hambrientos, por eso es necesario rescatarlos y sacarlos de esa cadena de maltrato y devolverles la libertad".
Sobre las metas Noelia dice se "van renovando. Esto es una curiosidad crónica sobre querer saber y conocer culturas, saber cómo es la gente en otras partes del mundo, qué comen o cuáles son sus platos típicos, cómo viven, cómo se educan, su lenguaje es lo primordial. Es increíble cuán similares somos los seres humanos y cuán diferentes podemos ser", reflexionó Noelia ante R2820.
En ruta "vamos haciendo autostop [viajar haciendo dedo]que te muestra muchísimo de cómo es el poblador. Nos levanta un camionero o una persona cualquiera y eso es fantástico porque conoces a los demás sin mediación" y "el recibimiento de la gente es muy bueno. El que para es porque quiere conocerte y te va haciendo preguntas para entablar un diálogo".
A su vez destacó que "viajar con poco dinero y de manera sustentable termina siendo más sano desde lo ecológico".
Finalmente, Noelia Michel sigue con su misión de recorrer territorios y descubrir personajes, aunque el viaje tiene otros propósitos además de conocer las costumbres en distintas partes del mundo.
