También el Museo se hace beneficiario de un espaldar que mediante la técnica escultórica, caracteriza a un personaje que devora y encarcela en su interior, a los individuos que no piensan igual que la mayoría, perteneciente a la escuadra “Los que opinan diferente”, de la última edición de la comparsa 2018.
A su vez, Juane donó desde su colección personal de fotografías, todas las imágenes de la comparsa desde sus inicios, hasta la actualidad.
Desde la Municipalidad agradecemos a la comparsa su predisposición en haber cedido espacio en sus galpones, para la construcción de todas las estructuras artísticas llevadas a cabo por el equipo de Martín Naef, para el Museo del Carnaval, próximo a inaugurarse el sábado 18 de mayo, a partir de las 15.
Historia de Papelitos
En la década de 1970, un grupo de pequeños por su propia cuenta y decisión formaron una “murguita infantil”. Por su legión en constante aumento y su imparable entusiasmo, comenzó a llamar la atención del barrio entero que no salía de su asombro al ver a más de 40 niños ejecutando en latas de dulce de batata un ritmo parejo y propio de un oído educado.Fue entonces cuando María Rosa Arakaki y Mirta Larrivey decidieron apoyar la creación de sus hijos inscribiéndolos en “El Carnaval de la Alegría”, una especie de corso barrial organizado por el Club Juventud Unida.
Comenzados los preparativos para la competición, la música quedó a cargo de Don Marcelino Amarillo, padre de uno de los niños, quien aportó un bombo y algunos redoblantes pero, como eran insuficientes, se atravesaron latas de dulces con alambres a modo de vibradores creando “redoblantes falsos”.
En cuanto a la vestimenta, por razones presupuestarias, las madres tuvieron que darse maña con lo poco que tenían a su alcance. Fue entonces cuando tuvieron la feliz idea de agregar a los vaqueros recortados tiras de papel crepé fucsias y azules a modo de flecos.
El tema de “la Comparsita” era “Hola, hola payasitos”. Fue en uno de los ensayos finales donde surgió el nombre que luego sembraría pasiones en los corazones de Gualeguaychú.
Mirta Larrivey, al verlos con sus atuendos, exclamó:-¡Pero si ustedes son unos Papelitos! Y fue así que la pequeña comparsa ganó en “El Carnaval de la Alegría” provocando gran alboroto en todo el Oeste de Gualeguaychú.
Como el carnaval ignora toda frontera entre espectadores y actores, todo el barrio se sintió parte de “la Comparsita”, entonces decidieron llamarse “Papelitos del Oeste”, en honor al enorme cariño y apoyo recibido.
