Ante esta situación, productores de Confederaciones Rurales Argentina solicitaron una respuesta urgente basada en mayor financiamiento. La entidad señaló que hay experiencia de trabajo, pero no recursos para llevar a cabo prevención y combate.
Por este motivo, desde CRA se solicitó que el Programa de Langostas y Tucuras del Senasa, pase a ser la dirección de Acridiología. Esta división ya existía y cumplió su función al evitar el avance de la plaga durante décadas.
“En 2015 se vio un resurgimiento de la plaga poniendo en jaque al sector agropecuario, no solo de Argentina, sino también de varios países de Sudamérica, donde también se declararon y persisten emergencias fitosanitarias”, señalaron desde CRA.
El prosecretario de CRA, Juan Pablo Karnatz, sostuvo que en esta nueva etapa la intervención pública-privada fue clave para que no haya devastación de cultivos. “La amenaza está latente y si no se toman cartas en el asunto, es probable que enfrentemos un escenario similar al que acontece en África y Asia actualmente”, agregó.
Desde la entidad remarcaron que luego de 60 años sin problemas con esta plaga, se abandonó el manejo preventivo y se desmanteló la Dirección de Acridiología, dejándola sin personal, herramientas e insumos de control, investigación e independencia en la toma de decisiones. En este sentido, los productores reclaman que la lucha debe ser liderada a nivel nacional con el acompañamiento de los actores locales.
“Para luchar contra esta plaga es imperioso y se solicita que el actual Programa del Senasa, vuelva a convertirse en una Dirección, como lo fue históricamente, otorgándole los recursos económicos necesarios no solo para afrontar las emergencias sino también para evitarlas”, concluyeron desde CRA.