Un lugar emblemático que marcó, sin duda y una época desde su construcción en 1889, almacén de ramos generales, mercaderías, materiales, carnicería, expendio de bebidas y lugar de encuentro.
Precisamente, Jorge vivió en la década del 70 en la actual estancia “la Sonámbula” y frecuentaba la pulpería. Le contó al intendente que actualmente está escribiendo algunas narraciones referidas a sus vivencias de ese tiempo “que quizás terminen en un libro”, comentó Impini.
Algo que empezó como distracción o un hobby, puede plasmarse en una publicación que él mismo prometió en su Facebook y compartir otro tiempo de Talitas y la pulpería.
Al final, Hassell y Jorge Impini coincidieron en muchas cosas “en una charla amena y agradable”, dijo el intendente, donde también se habló de la reparación y mantenimiento de los caminos y de la recuperación de Paso “El Corralito.
“Jorge destacó la importancia de la Pulpería Impini, para él de forma particular y para la zona, incluso manifestó su deseo de ponerla en valor nuevamente, con algunas sugerencias”, manifestó Hassell.
La Pulpería
Lugar donde “la vida pasaba por allí”, paso obligado camino al paso “El Corralito” y donde se tejieron cientos de historias, sobretodo alrededor del fogón que estuvo sin apagarse durante más de 50 años, según recordó Raúl Impini, quien recuperó la pulpería por unos años, dándole vida a esos espacios que conservan diversos elementos, sobre el mostrador y sus barrotes de hierro que cuidaban a los anfitriones por cualquier problema.Entre los siglos XIX y XX fue el lugar de reunión, encuentro diario de los vecinos de la región, ubicada a poco más de 15 kilómetros de Larroque, cerca de la antigua Parroquia y la Escuela primaria Nro.15.