En contacto con R2820, Almeida destacó el gesto de la familia Brellis de dar aviso tras el hallazgo porque se trata de un “patrimonio cultural muy interesante para la ciudad y el museo”, porque una vez que se completen todos los estudios necesarios para reconocer la antigüedad de esos fósiles retornarán a la institución de 25 de Mayo al 500.
Las excavaciones para la extracción de las piezas debe “contar con la autorización del dueño de casa que ya firmaron ese consentimiento. La familia Brellis ha tenido una gran disposición y generosidad porque ellos han tenido la consciencia de que es un patrimonio de todos”, valoró.
El coordinador del Museo Almeida aclaró que lo encontrado “está protegido por leyes nacionales y provinciales. La voz de mando en Entre Ríos para estos procesos es del Museo Serrano de Paraná. Un equipo de paleontólogos del CONICET Diamante que colaboran con nuestro trabajo va a ser el encargado de rescatar las piezas y ver lo que realmente hay en ese pozo de más de 2 metros de profundidad en Sarandí. Puede ser un hallazgo interesante” sintetizó.
LOS FÓSILES
Estos fósiles corresponden al periodo de la “mega fauna” que existió entre los 10 mil años y puede llegar hasta los 2 a 4 millones de años. Esa antigüedad se calcula por el lugar donde está. Estos restos pueden llegar a tener entre los 10 mil y 30 mil años, pero eso se determinará cuando se los extraiga”, detalló Raúl Almeida a R2820.Para el especialista, tanto el perezoso como el tigre diente de sable “son animales comunes para aquella época. En el Museo tenemos una cantidad de restos que aparece sobre todo en las laderas del río o los arroyos, porque es donde naturalmente el agua socava la tierra”.
“Para encontrar un esqueleto hay que tener la suerte. Hacer justo un pozo y dar con el esqueleto”, afirmó Almeida sobre el hallazgo cuando se realizaba un pozo” y agregó que aumentan las esperanzas de que “puedan estar completos o semi completos”.
Hasta aquí las observaciones y mediciones en la chacra de Sarandí muestran “la parte delantera o pata de un smilodonte o felino que es el tigre diente de sable y uno de sus colmillos. También apareció la mandíbula y partes de las garras del perezoso junto a otros huesos dispersos”, concluyó Raúl Almeida.
