El acusado llegó temprano. Ingresó a la sala y comenzó a ordenar sus carpetas, con prolijidad puntillosa. Rivas ya no hace caras o "monadas" a la cámara, su rostro está serio y no busca frivolizar el juicio con detalles irrelevantes como la antigüedad de sus sacos. El imputado sabe que el momento del veredicto se acerca y está nervioso, aunque lo intente disimular.
La audiencia fue atípica porque a lo largo de las primeras horas sufrió varios cuartos intermedios. Los secretarios del juzgado salieron, en varias ocasiones, a llamar a testigos que aún no se habían presentado. Después fue el propio Rivas quién desde la antesala del Tribunal o en la escalinata de acceso usó su celular para convocar a las personas que declaraban a su favor. "Venite, te estamos esperando", rogaba por teléfono.
Las declaraciones de los testigos fueron más breves que otros testimonios y con cierta dinámica se fueron sucediendo en la mañana. Recordemos que según confirmó Gustavo Rivas contará con "15 a 17" declarantes de su parte. Se estima que en la audiencia del lunes 29 termine el trámite de la defensa técnica.
Además, Raúl Jurado, abogado del acusado de los 10 hechos de abusos sobre menores, reafirmó la intensión de Rivas de hacer uso de sus últimas palabras tras el alegato defensivo, tal como ayer le anticipó el encausado a R2820.