Contó con la participación de Rosa Castro y Exequiel Castro, madre y hermano respectivamente, de Iván Pérez, joven asesinado en 2019 a manos de un agente de la Policía de Entre Ríos en el barrio Molinari de Gualeguaychú; Alejandra López y Moira Katy Gusmán, madre e hija respectivamente, de Gabriel Gusmán, asesinado por la Policía provincial en Paraná; Mariano Przybylski, director Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Matías Ayastuy, director de Derechos Humanos de Gualeguaychú.
Durante el encuentro, se evocaron los casos particulares de Ivan y Gabriel. En este sentido, Exequiel Castro expresó: "Esperamos que sea distinto el próximo juicio. El que pasó se centró en Iván, cuando Iván no fue el asesino. Él perdió la vida por un policía que se llama Mauricio Gómez, que le disparó a noventa y pico de metros, desarmado en un descampado. Estamos esperando que el asesino de Iván pague por lo que hizo".
Por su parte Katy Gusmán, hermana de Germán Gusmán, asesinado por la Policía de Entre Ríos en Paraná: "No queremos que haya un pibe más muerto por una bala policial. Queremos que la causa de mi hermano se investigue, que se llame a declarar a los efectivos policiales y que se haga justicia" y afirmó "No voy a parar hasta que la causa se encamine y los responsables sean juzgados".
Se compartieron asimismo opiniones y expectativas sobre acceso a la justicia y se reflexionó sobre la problemática de la violencia institucional a nivel provincial y nacional.
En este sentido Przybylski afirmó que "la violencia institucional no es un problema sólo de los derechos humanos. Sino de la seguridad pública. ¿Qué ciudadano puede estar seguro en una sociedad en la que se admita que una persona con un arma, que representa al Estado, decida sobre la vida y la muerte? ¿Quién puede estar seguro de que no le pase? Si abrimos la puerta a esa posibilidad estaremos frente a un grave problema de seguridad pública que nos afecta a todos. Seamos conscientes de eso porque de esto después no se vuelve".
Hacia el final del encuentro los participantes coincidieron en la necesidad de replicar y ampliar este tipo de encuentros a la participación de otras familias víctimas de la violencia institucional.
