Cuando habla se sustenta en datos, mucha información que también se colectiviza desde el Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS) y el colectivo ‘Uruguay 2035 País Renovable’.

Desde hace ya un par de años el foco de su lucha –de sus luchas- se ha centrado en UPM, la compañía europea que construye su segunda planta procesadora de pasta de celulosa en territorio oriental y que desde marzo la pondrá en operaciones desde las últimas tierras al norte del departamento de Durazno.

Viñas apareció con sus fuertes críticas a la compañía europea en el diario La Mañana de Montevideo. Desde allí alertó sobre la situación del río Negro a pocas semanas de la puesta en marcha de UPM.
Gente que no cumple
El emisor “no cumple” con las condiciones establecidas, dijo en alusión a la empresa que utilizará las aguas del río Negro frente a Paso de los Toros y Pueblo Centenario para depositar sus vertidos líquidos.

“Las imágenes tomadas hace dos semanas en el Lago de Baygorria muestran algo que parece una sopa de espinaca. La segunda planta de UPM en Uruguay producirá el doble de la que funciona en Fray Bentos, pero en un río que tiene prácticamente la décima parte del caudal –para poder diluir los productos químicos tratados– que la instalada sobre los márgenes del río Uruguay. El caudal del río Negro no es suficiente para una planta de ese tamaño”, insistió.

Para el dirigente ambientalista el lago de Baygorria “es de paso y no tiene reservas, allí la fábrica verterá 106.500 metros cúbicos de efluentes por día que se diluirán supuestamente en 7 millones de metros cúbicos de agua por día, que fue la cantidad estimada por la empresa que será necesaria para diluir sus efluentes industriales. La empresa puso como condición, que Uruguay le debe garantizar un flujo mínimo, que ellos le llaman flujo ecológico. Se trata de un caudal mínimo de agua, que en principio fue convenido en 65 m3 por segundo, pero cuando se realiza la ampliación del contrato en julio de 2019, se pactan 81 m3 por segundo; por lo cual, sumado a los 7 m3 por segundo del flujo subterráneo, van a tener disponibles 88 m3 por segundo, que multiplicándolos por las 24 horas del día, da los 7 millones calculados para poder diluir”.

¿De qué sirve un flujo ecológico si toda el agua que pase por ahí solamente va a ser contaminada?, se preguntó Viñas en otro pasaje de la entrevista.
Construir en partes
En otro pasaje, Viñas da cuenta que el Ministerio de Ambiente “fue autorizando la construcción de la planta por partes y nunca se cumplió con las condiciones del emisor de los efluentes. El caño en cuestión –que sale de la planta de tratamiento de los compuestos usados por la fábrica de celulosa– tiene un metro de diámetro y se mete 10 metros por debajo de la superficie del río, extendiéndose por 140 metros; y al final cuenta con 16 toberas para dejar salir los efluentes, a fin de que estos se mezclen con el agua del río. La estructura desarrollada no cumple con lo que tenía que cumplir de acuerdo con la Resolución 649 del MVOTMA de mayo de 2019, que es la que estableció las condiciones que debe cumplir la planta para poder funcionar. Las simulaciones realizadas para confirmar la ecuación prevista para la dilución nunca dieron bien. Muestran, por ejemplo, que los días con viento norte o noreste, parte de los efluentes de la planta de UPM, con concentraciones superiores a las permitidas, van a terminar en una laguna que está al costado”, advierte el activista uruguayo.
Baygorria, un lago sin masa
“El lago de Baygorria no tiene masa” y aun con el pasaje obligado de agua que se le da a UPM, va a aumentar la cantidad de problemas de contaminación que ya tiene el río, porque el diseño del emisor de efluentes de UPM, no cumple ni va a cumplir con lo que debería (…) En el río Negro desde el año 2009 viene siendo medido por una red que instaló la Dinama para medir la calidad del agua; pero siempre dieron mal. Algunas veces mal y otras veces peor, pero nunca dio bien. El río ya tiene problemas y nunca se tomó ninguna medida para evitar esos problemas. Una de las razones por la que no se hace nada es porque se quiere que el río esté bien mal, para que después UPM, de alguna manera, aparezca como que lo ayuda”, concluyó Viñas en sus declaraciones, también difundidas a través de las redes sociales de los colectivos ambientalistas.

Fuente: El Acontencer - Por Dino Cappelli
Medioambiente
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