El arándano es un arbusto nativo del este de América del Norte cuya fruta es muy demandada entre los consumidores a nivel mundial, ya que la misma es considerada como promotora de la salud debido a sus propiedades nutricionales y terapéuticas, destacándose por su alto contenido de antioxidantes, por su capacidad antiinflamatoria y por su sabor agradable.
Argentina ocupa el tercer lugar en cuanto a producción de arándanos en contra-estación para el hemisferio Norte, luego de Chile y Perú. La producción argentina abarca 2.750 hectáreas y en la actualidad gran parte de la misma se destina a la exportación como fruta fresca y congelada y una menor parte se destina a mercado interno.
En los últimos años el ingreso de nuevos países productores proveedores y la caída de precios mundial impulsan la necesidad de contar con tecnologías de manejo, logística y transporte con el fin de obtener fruta de mayor calidad y que sea competitiva con la oferta de fruta de otros países oferentes.
En este sentido el foco de la producción argentina de arándanos está puesto en diferenciarse a través de la calidad y del sabor distintivo de la fruta, cualidades valoradas en muchos mercados. También se enfoca en el crecimiento de su producción de arándanos orgánicos.
El uso de bioestimulantes es una práctica de manejo que ha incrementado su difusión en producciones orgánicas. Un bioestimulante es cualquier sustancia o microorganismo que se aplica a las plantas con el objetivo de mejorar la eficiencia nutricional y la tolerancia a estrés abiótico.
En arándanos existe experiencia de uso de bioestimulantes que pueden mejorar el cuaje, el tamaño y peso del fruto, si bien estos resultados pueden ser diferentes según la región o la variedad en estudio, además el uso de estos productos es de reciente difusión en la producción de arándanos del NE de Entre Ríos.
También es necesario considerar que los efectos de estos productos difieren según el estadio fenológico en el cual se realiza su aplicación. Por lo mencionado anteriormente desde el INTA Concordia se realizan estudios cuyo objetivo es la evaluación de estas tecnologías de uso de bioestimulantes para disponer de información adaptada a las variedades difundidas en la región de la Mesopotamia Argentina.
Hasta la fecha se han realizado ensayos de productos en base de algas o extractos vegetales y se están desarrollando actualmente ensayos en donde se evalúan distintos productos con el objetivo de mejorar el color de fruta, la distribución del calibre y evaluar el comportamiento de esta fruta en conservación.
Estas evaluaciones se realizan principalmente en las variedades de mayor difusión de la zona, como Emerald y Snowchaser. Para ello se efectúan aplicaciones en pre-cosecha en lotes en producción que cuentan con el manejo tradicional de la zona y se hace el monitoreo de fenología de floración, medición de maduración y la calidad de fruta a cosecha y en pos-cosecha.
Entre los resultados registrados se observó un mayor crecimiento vegetativo y mejora de la firmeza de fruta en plantas recibiendo aplicaciones de un bioestimulante por fertirriego desde inicio de floración.
También se observó que mejoró el contenido de nutrientes en hojas. Se trata de los primeros datos adaptados a las condiciones locales de uso de bioestimulantes en arándanos y si bien estos resultados son promisorios hay que considerar que es necesario continuar sumando experiencia del uso de estos productos, ya que los mismos se caracterizan por presentar un efecto a largo plazo en el cultivo.
