El Merendero Deportivo Munilla montó un merendero en 2005, después de una inundación, y no paró nunca más. Hace 15 años que dos veces a la semana alimentan a 160 vecinos.

Ahora, por unos días, deberán interrumpir su acción solidaria por pedido de las autoridades. “Nos dijeron desde la Municipalidad que para evitar que la gente circule dejemos de dar los platos de comida. Ellos lo van a reemplazar por un bolsón de alimentos que van a repartir en el Centro de Atención Primaria de la Salud [CAPS]del barrio en Concordia y Chalup”, confirmó a R2820.
Julio no está solo en esta cruzada, lo ayudan “Gastón Cairolo y su padre, Javier Bence, Schauman, Zatera, Lescano, Roset. Somos 10 a 12 personas que empezamos en 2005 y ellos se merecen el reconocimiento”.

El merendero funciona en Goldaracena y 3 de Febrero, cerca del Corsódromo de la ciudad, donde cada martes y viernes se provee de una vianda para que las familias puedan ayudar a su mesa diaria.

“Son 160 personas, en promedio tenemos unas 30 familias. Esperemos que se levante cuanto antes este decreto, que por lo que nos dijeron estará hasta el 17 de agosto”, precisó Julio Castillo y agregó que “antes de la pandemia teníamos a unas 70 personas, pero ahora son cada vez más las que vienen. Estamos en Goldaracena 518 y todos traen el barbijo, mantienen la distancia y hacen una fila en la vereda dos veces a la semana”.

Obviamente, desde el Club Munilla, se solicita la colaboración de los ciudadanos y también se agradece la ayuda para “que los gurises tengan algo caliente para comer en la época de frio”, dice Julio.
“Nosotros aceptamos todas las colaboraciones, si bien el Municipio nos ayuda para las dos comidas semanales no nos alcanza. Ellos nos dan para 50 personas, pero nosotros tenemos 160”. Sin embargo, el barrio está al pie del cañón: “Los propios vecinos donan bolsas de papa y cebollas o leña porque cocinamos con una cocina económica. Las verdulerías y carnicerías nos dan donaciones y una empresa del Parque Industrial no regala tablas para el fuego”, enumeró Julio.

“Necesitamos un tacho más grande, de 100 litros, porque cocinamos en dos ollas de unos 50 litros pero un tacho nos facilitaría preparar la polenta con estofado, los tallarines caseros, el guiso, las empanadas de carne o pizzas”, que son parte del menú.
Además Julio agradeció “tanto al Municipio de Gualeguaychú y Pueblo Belgrano que donan alimentos como a la agrupación de docentes de la Facultad de Bromatología de la Universidad de Entre Ríos [UNER]que hace más de un mes nos están dando harina, pollo, tomate triturado y alimentos. Sé que se juntaron entre los profesores, hicieron un fondo común para darnos apoyo”.

A su vez, para “el próximo domingo, que es el día del niño, vamos a preparar una chocolatada y si podemos juntar juguetes la intensión es que se lleven un regalo. Si los vecinos pueden colaborar nosotros y los chicos del barrio vamos a estar muy contentos”, cerró Julio Castillo el contacto con R2820.
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