Tapar un mural que simboliza la lucha por la memoria, la justicia y los derechos humanos, es un acto de cobardía política que busca silenciar una parte fundamental del pasado de Gualeguaychú. El cambio de nombre del “Salón de la Memoria” a “Salón Azul”, en el mismo contexto, es una maniobra grotesca que pretende borrar décadas de lucha y sufrimiento", enfatizaron en el texto enviado a R2820.
"No se trata solo de un mural, sino de un símbolo que representa la memoria colectiva y el compromiso con la defensa de los derechos humanos. Esta acción revela una preocupante falta de sensibilidad y un desprecio hacia la historia de nuestro pueblo", sostienen Jorge Maradey, Delfina Herlax, Emiliano Zapata y María Sira Ghisi.
Desde el Bloque de Concejales del PJ, interpretan que "esta decisión es una clara manifestación del gobierno municipal de manipular el relato histórico ocultando hechos que resultan incómodos para su narrativa política y que se aleja claramente los principios democráticos. Exigimos al intendente Davico una explicación pública sobre esta acción. La memoria de los desaparecidos y el reconocimiento de su lucha no se pueden borrar con pintura ni con silencio", concluyeron.